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Levítico 3:3 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Del sacrificio de comunión ofrecerá como manjar pasado por el fuego en honor de Yahveh la grasa que recubre los intestinos y toda la grasa que envuelve las entrañas,

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Biblia Reina Valera 1960

3 Luego ofrecerá del sacrificio de paz, como ofrenda encendida a Jehová, la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 El sacerdote presentará parte de esta ofrenda de paz como una ofrenda especial al Señor. Esto incluye toda la grasa que rodea las vísceras,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Se tomará una parte del sacrificio de comunión y se ofrecerá por el fuego para Yavé: el sebo que cubre las entrañas y todo lo que hay sobre ellas;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Del sacrificio de las ofrendas de paz, presentará una ofrenda ígnea ante YHVH con la grasa que cubre los intestinos, toda la grasa que hay sobre las entrañas,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

3 Luego ofrecerá del sacrificio de paz, por ofrenda encendida a Jehová, la grosura que cubre los intestinos, y toda la grosura que está sobre las entrañas,

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Levítico 3:3
25 Referans Kwoze  

su corazón es craso como el sebo, mas para mí tu ley son mis delicias.


Luego tomarás todo el sebo que envuelve las entrañas, la membrana del hígado y los dos riñones, con el sebo que los recubre, y lo quemarás todo en el altar.


'Después tomarás el sebo del carnero, el rabo, el sebo que cubre el intestino, la membrana del hígado y los dos riñones, con el sebo que los envuelve, y la pierna derecha, porque éste es un carnero ofrecido para la investidura.


Confía en mí, hijo mío; disfruten tus ojos en mis sendas.


Embrutece el corazón de este pueblo, endurece sus oídos, ciega sus oídos, para que sus ojos no vean, ni oigan sus oídos, ni entienda su corazón y no se convierta y se cure'.


Os daré un corazón nuevo y pondré en vuestro interior un espíritu nuevo; quitaré de vuestro cuerpo el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.


'En cambio, los sacerdotes levitas hijos de Sadoc, que tuvieron a su cargo el servicio de mi santuario cuando los israelitas se apartaron de mí, podrán acercarse a mí para servirme y estar en mi presencia, para presentarme la grasa y la sangre -oráculo del Señor Yahveh.


Luego lo dividirá en trozos, que el sacerdote dispondrá, con la cabeza y las entrañas, sobre la leña echada al fuego del altar.


Después, los hijos de Aarón, los sacerdotes, dispondrán los trozos, con la cabeza y la grasa, sobre la leña colocada encima del fuego del altar. El oferente


Quemará sobre el altar la grasa de la víctima del sacrificio por el pecado.


El sacerdote lo quemará sobre el altar como alimento, manjar pasado por el fuego de calmante aroma para Yahveh. Toda la grasa pertenece a Yahveh.


Pondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda y la inmolará a la entrada de la tienda del encuentro. Los sacerdotes, los hijos de Aarón, derramarán la sangre alrededor del altar.


los dos riñones y la grasa que los recubre, la que hay junto a los lomos y el lóbulo del hígado, que quitará junto con los riñones.


del mismo modo que se quita del novillo del sacrificio de comunión, y el sacerdote lo quemará sobre el altar de los holocaustos.


Presentará con sus propias manos los manjares pasados por el fuego en honor de Yahveh; traerá el sebo de la víctima y el pecho, este último para mecerlo con el rito del balanceo delante de Yahveh.


El sacerdote lo quemará sobre el altar como manjar pasado por el fuego para Yahveh. Es un sacrificio de reparación.


Quemó en el altar la grasa, los riñones y el lóbulo del hígado de la víctima de expiación, como lo había mandado Yahveh a Moisés.


Pero dichosos vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.


Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí;


y la esperanza no decepciona, porque se ha derramado en nuestros corazones el amor de Dios por medio del Espíritu Santo que nos ha sido dado.


Entendamos bien esto: que nuestro hombre viejo fue crucificado junto con Cristo, a fin de que fuera destruido el cuerpo del pecado, para que no seamos esclavos del pecado nunca más.


Yahveh, tu Dios, circuncidará tu corazón y el corazón de tu descendencia, para que ames a Yahveh, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, y para que así vivas.


Ya antes incluso de que se quemara la grasa, venía el criado del sacerdote y decía al que ofrecía el sacrificio: 'Dame la carne para asársela al sacerdote; porque no te aceptará carne cocida, sino cruda'.


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