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Jeremías 3:17 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén trono de Yahveh, y en ella, en Jerusalén, se congregarán todas las naciones en nombre de Yahveh, y no seguirán más la obstinación de su malvado corazón.

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Biblia Reina Valera 1960

17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 En aquel día, Jerusalén será conocida como ‘el Trono del Señor’. Todas las naciones acudirán a Jerusalén para honrar al Señor. Ya no seguirán tercamente sus propios malos deseos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Entonces llamarán a Jerusalén 'el trono de Yavé' y a su alrededor se juntarán todas las naciones, sin seguir más la dureza de sus malos corazones.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 En aquel tiempo Jerusalem será llamada Trono de YHVH, y serán reunidas a ella todas las naciones, al nombre de YHVH en Jerusalem; y no andarán más tras la dureza de su malvado corazón.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones se unirán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; y no andarán más tras la dureza de su malvado corazón.

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Jeremías 3:17
44 Referans Kwoze  

Aspiró Yahveh el calmante aroma y dijo Yahveh en su corazón: 'No volveré ya más a maldecir la tierra por causa del hombre, pues los designios del corazón del hombre son malos desde su niñez, ni volveré a castigar más a todo viviente, como lo he hecho.


Y aun al extranjero que no pertenece a tu pueblo Israel, si viniere de tierras lejanas por amor de tu nombre,


al congregarse en uno los pueblos y los reinos para el servicio del Señor.


Así no serán como sus padres, gente rebelde y sediciosa, raza sin ánimo seguro y de espíritu infiel ante su Dios.


Con honor se habla de ti, ciudad de Dios. Selah


Sí, en la vereda de tus juicios te esperamos, Yahveh; tu nombre y tu recuerdo son el anhelo del alma.


A los extranjeros que se asocian a Yahveh para servirle, para amar el nombre de Yahveh y ser sus servidores, a cuantos guardan el sábado sin profanarlo y se atienen a mi pacto,


Y temerán desde el occidente el nombre de Yahveh y desde el sol naciente su gloria; pues vendrá como torrente desencadenado al que impulsa el soplo de Yahveh.


El año de la muerte del rey Ozías, vi al Señor sentado en un trono alto y elevado. Las orlas de su vestido llenaban el templo.


Así dice Yahveh: 'El cielo es mi trono, y la tierra el escabel de mis pies. ¿Qué templo me edificaréis y cuál el lugar de mi descanso?


Pero yo vengo a reunir a todas las naciones y lenguas: ellas vendrán y verán mi gloria.


Traerán a todos vuestros hermanos de todas las naciones, como oblación a Yahveh en caballos, en carros y en literas, en mulos y en dromedarios, a mi santa montaña, a Jerusalén -dice Yahveh-, como traen los hijos de Israel la oblación en vasos puros al templo de Yahveh.


Pero ellos no escucharon ni aplicaron su oído, sino que cada uno siguió la obstinación de su corazón malvado, y por eso hice recaer sobre ellos todas las palabras de esta alianza que les había mandado cumplir y que no cumplieron'.


Y después que los haya arrancado, volveré a tener compasión de ellos, y los restableceré a cada uno en su heredad y a cada uno en su país.


Y si realmente aprenden los caminos de mi pueblo, de modo que juren en mi nombre: '¡Por vida de Yahveh!' -como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal-, entonces serán establecidos en medio de mi pueblo.


No nos desprecies por amor a tu nombre, no deshonres el trono de tu gloria. ¡Acuérdate! ¡No rompas tu alianza con nosotros!


Pero vosotros habéis obrado peor que vuestros padres; pues he aquí que cada uno de vosotros sigue la obstinación de su corazón malvado, sin escucharme.


Yahveh, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de angustia, a ti vendrán naciones de los confines de la tierra y dirán: Sólo mentira heredaron nuestros padres, vanidad que de nada sirve.


¡Trono de gloria, sublime desde el principio, lugar de nuestro santuario!


Pero ellos dijeron: '¡Es inútil! Porque tras nuestros planes iremos, y cada uno actuará según la obstinación de su perverso corazón''.


Yo había pensado: Te pondré entre los hijos y te daré un país delicioso, la herencia más preciosa de las naciones. Y me decía: me llamarás 'Padre mío', y de mi seguimiento no te apartarás.


Así dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: 'Todavía se volverá a decir en el país de Judá y en sus ciudades, cuando cambie su suerte: '¡Que Yahveh te bendiga, morada de justicia, montaña santa!'.


Y esto será para mí renombre, gozo, alabanza y gloria en todas las naciones de la tierra que oigan el bien que voy a hacerles, y así teman y se estremezcan ante todo el bien y ante toda la paz que voy a procurarles.


Si juras: '¡Por vida de Yahveh!'. con verdad, rectitud y justicia, en él serán bendecidas las naciones y en él se gloriarán.


Pero no me escucharon ni aplicaron su oído, sino que caminaron según sus planes, según la obstinación de su corazón malvado, y en vez de avanzar retrocedieron.


Por eso, así dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: Aquí estoy: voy a darle de comer a este pueblo ajenjo, y voy a darle de beber agua envenenada.


Por encima de la plataforma que estaba sobre sus cabezas había como una especie de piedra de zafiro en forma de trono; y sobre esta forma del trono, una figura con apariencia de hombre que estaba sobre él, por la parte de arriba.


y me decía: 'Hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono y el lugar de las plantas de mis pies, donde voy a residir en medio de los hijos de Israel para siempre. La casa de Israel no volverá a contaminar mi santo nombre, ni ellos ni sus reyes, con sus prostituciones ni con los cadáveres de sus reyes cuando mueran,


Perímetro: dieciocho mil codos. Desde aquel día, el nombre de la ciudad será 'Yahveh está allí'.'


¡Vamos! Sálvate en Sión, tú que moras en Babel.


Quiero traerlos a casa, para que habiten en Jerusalén. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios con verdad y con justicia'.


Cuando veáis el fleco, os traerá a la memoria todos los mandamientos de Yahveh, para que los pongáis en práctica y no os dejéis llevar por los caprichos de vuestro corazón ni de vuestros ojos, a causa de los cuales os prostituís.


Pues habiendo conocido a Dios, no le dieron gloria como a Dios ni le mostraron gratitud; antes se extraviaron en sus razonamientos y su insensato corazón quedó en tinieblas.


Porque el pecado no tendrá ya dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.


Pero la Jerusalén de arriba es libre; y ésta es nuestra madre.


Pero después de la muerte del juez volvían a corromperse más aún que sus padres: se iban tras dioses extraños, les daban culto y se postraban ante ellos, y no renunciaban a sus prácticas perversas ni a su empedernida conducta.


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