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Jeremías 2:8 - Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Los sacerdotes no preguntaron: '¿Dónde está Yahveh?'. Ni los que se ocupan de mi ley me conocieron. Los pastores se rebelaron contra mí; los profetas profetizaron por Baal y se fueron tras los que de nada sirven.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Los sacerdotes no preguntaron: “¿Dónde está el Señor?”. Aquellos que enseñaron mi palabra me ignoraron, los gobernantes se volvieron en mi contra, y los profetas hablaron en nombre de Baal, perdiendo su tiempo con ídolos inútiles.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Los sacerdotes ya no se preguntan: ¿Dónde está Yavé? ¡Los dueños de mi enseñanza no me conocen! Los pastores de mi pueblo se rebelaron contra mí, y los profetas consultaron a dioses inútiles, dando respuestas en nombre de Baal.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Los sacerdotes no preguntaban: ¿Dónde está YHVH? Los doctores de la Ley° no me conocían, Los pastores° se rebelaban contra mí, Y los profetas profetizaban en nombre de Baal, Siguiendo a dioses que de nada sirven.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? Y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron por Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.

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Jeremías 2:8
35 Referans Kwoze  

Entonces Elías siguió diciendo al pueblo: 'Yo soy el único profeta de Yahveh que queda, mientras que los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta.


Pasado el mediodía, se entregaron a arrebatos proféticos, hasta la hora de ofrecer la oblación; pero no hubo voz ni escucha ni respuesta.


Ordenó entonces Elías: 'Prended a los profetas de Baal, que no escape ni uno'. Los prendieron y Elías los hizo bajar al torrente Quisón y allí los degolló.


no preguntan: '¿Dónde está Dios, mi Creador, el que hace resonar canciones en la noche,


También éstos por el vino vacilan, por el licor se tambalean; sacerdotes y profetas vacilan por el licor, desvarían por el vino, dan traspiés por el licor, vacilan en la visión, titubean en la sentencia.


porque Yahveh volcó sobre vosotros un soplo de letargo, que encoló vuestros ojos, profetas, y cubrió vuestras cabezas, videntes.


todos quedarán defraudados por un pueblo que no vale, que no les sirve de ayuda ni de provecho alguno, sino de vergüenza y de oprobio.


Los pastores fueron unos necios y no buscaron a Yahveh; por eso no acertaron, y toda su grey se dispersó.


Pastores numerosos han destruido mi viña, han pisoteado mi parcela, han convertido mi deliciosa parcela en un desolado desierto,


Yahveh, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de angustia, a ti vendrán naciones de los confines de la tierra y dirán: Sólo mentira heredaron nuestros padres, vanidad que de nada sirve.


Entonces dijeron ellos: 'Vamos a urdir planes contra Jeremías, pues no perecerá la ley por falta de sacerdotes, ni el consejo por falta de sabios, ni la palabra por falta de profetas. Vamos a herirlo en la lengua y no prestaremos atención a sus palabras'.


¿cambió de dioses alguna nación, y eso que ni siquiera son dioses? Pues mi pueblo cambió su gloria por lo que de nada sirve.


Ni siquiera preguntaron: '¿Dónde está Yahveh, que nos sacó del país de Egipto y nos condujo por el desierto, tierra esteparia y agrietada, tierra seca y tenebrosa, tierra por donde nadie pasa y donde ningún hombre mora?'.


Sí, mi pueblo es insensato, a mí no me conocen. Son hijos necios, no son inteligentes, expertos para el mal, hacer el bien no saben.


los profetas profetizan con mentira, los sacerdotes gobiernan por su cuenta, y mi pueblo así lo quiere. Pero ¿qué haréis cuando llegue el fin?


Mirad que vosotros confiáis en palabras engañosas, que de nada sirven.


Por eso, así dice Yahveh Sebaot, Dios de Israel: Aquí estoy: voy a darle de comer a este pueblo ajenjo, y voy a darle de beber agua envenenada.


Sus sacerdotes violan mi ley y profanan mis cosas santas; no distinguen entre lo sacro y lo profano, no enseñan la diferencia entre lo impuro y lo puro; se tapan los ojos para no ver mis sábados, y soy profanado en medio de ellos.


'Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y diles: '¡Pastores!, así dice el Señor Yahveh: ¡ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar las ovejas?


Perece mi pueblo por falta de sabiduría. Porque tú has rechazado la sabiduría, yo te rechazaré de mi sacerdocio. Porque tú te has olvidado de la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.


¿De qué sirve una escultura esculpida por su artífice, una imagen fundida, un oráculo mendaz? ¿Confía en ídolos mudos quien los fabricó?


Porque, ¿qué provecho sacará un hombre con ganar el mundo entero, si malogra su vida? ¿O qué dará un hombre a cambio de su vida?


¡Ay de vosotros, doctores de la ley, porque os habéis llevado la llave del saber! Vosotros no entrasteis, y a los que estaban para entrar se lo impedisteis'.


Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.


pero al que no conocéis. En cambio, yo sí lo conozco. Si dijera que no lo conozco, sería, al igual que vosotros, un embustero. Pero sí lo conozco y guardo su palabra.


Al contrario, hemos renunciado a los encubrimientos vergonzantes y no procedemos con astucia ni falseamos la palabra de Dios, sino que, por el contrario, mediante la manifestación de la verdad nos recomendamos a nosotros mismos ante toda conciencia humana en la presencia de Dios.


Ellos enseñan tus normas a Jacob y tu ley a Israel; ofrecen el incienso en tu presencia y el sacrificio perfecto en tu altar.


No os apartéis, porque ello sería perseguir cosas vanas que no pueden ayudaros ni salvaros, pues no son nada.


Ahora bien, los hijos de Elí eran hombres perversos, que no reconocían a Yahveh


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