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Sofonías 2:11 - Nueva Biblia Española (1975)

11 terrible se les mostrará el Señor cuando deje macilentos a todos los dioses de la tierra; entonces le adorarán desde sus puestos las islas de los paganos.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Terrible será Jehová contra ellos, porque destruirá a todos los dioses de la tierra, y desde sus lugares se inclinarán a él todas las tierras de las naciones.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 El Señor los llenará de terror cuando destruya a todos los dioses de la tierra. Entonces naciones en todo el mundo adorarán al Señor, cada una en su propio país.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Yavé será su terror cuando venga a destronar a todos los dioses de la tierra y lo adoren, cada uno en su propio país, los que viven en las islas de los paganos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 YHVH se les mostrará terrible, cuando deje macilentos a todos los dioses de la tierra. Y todas las costas° de los gentiles, cada uno desde su lugar, se inclinarán ante Él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Yahveh será terrible contra ellos. Cuando anule a todos los dioses de la tierra, se postrarán ante él, cada una en su lugar, todas las islas de las naciones.

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Sofonías 2:11
36 Referans Kwoze  

Hasta aquí los descendientes de Jafet; de ellos se separaron los pueblos marítimos, cada uno con tierra y lengua propias, por familias y pueblos.


Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra al escuchar el oráculo de tu boca;


que su nombre sea eterno, y su fama dure como el sol: que para bendecirse se deseen su dicha todos los pueblos y lo feliciten todas las razas de la tierra.


Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor, y a honrar tu nombre:


y los ídolos pasarán sin excepción.


Aquel día arrojará el hombre sus ídolos de plata, sus ídolos de oro -que se hizo para postrarse ante ellos-, a los topos y a los murciélagos;


Canten al Señor un cántico nuevo, y su alabanza, confines de la tierra, los que se hacen al mar, los que lo pueblan, las costas y sus habitantes;


no vacilará ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra, y su ley que esperan las islas.


Escúchenme, islas; atiendan, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre.


(Por eso les dirán: Dioses que no hicieron cielo y tierra desaparezcan de la tierra y bajó el cielo).


Dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Yo tomaré cuentas al dios Amón de No, a Egipto con sus ídolos y príncipes, al Faraón y a los que confían en él.


Entonces se volverá contra las costas y conquistará mucho territorio; pero un jefe pondrá fin a su insolencia, para que no responda con insolencias.


Le apartaré de la boca los nombres de los baales y sus nombres no serán invocados.


El señor alza la voz delante de su ejército: son innumerables sus campamentos, son fuertes los que cumplen sus órdenes. Grande y terrible es el día del Señor: ¿quién le resistirá?


Extenderé mi mano contra Judá y contra todos los vecinos de Jerusalén, extirparé de este lugar lo que queda de Baal y el nombre de sus sacerdotes y su clero,


Entonces purificaré los labios de los pueblos para que invoquen todos el nombre del Señor y le sirvan de común acuerdo;


Aquel día -oráculo del Señor- de los ejércitos- extirparé del país los nombres de los ídolos y no serán invocados más; también apartaré del país sus profetas y el espíritu que los contamina.


Aquel día se incorporarán al Señor muchos pueblos y serán pueblo mío; habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti.


Así dice el Señor de los ejércitos: Todavía vendrán pueblos y vecinos de ciudades populosas;


Así dice el Señor de los ejércitos: En aquellos días diez hombres de cada lengua extranjera agarrarán a un judío por la orla del manto y le dirán: 'Vamos con ustedes, pues hemos oído que Dios está con ustedes.


De levante a poniente es grande mi fama en las naciones, y en todo lugar me ofrecen sacrificios y ofrendas puras; porque mi fama es grande en las naciones -dice el Señor de los ejércitos-.


Maldito el embustero que tiene un macho en su rebaño y ofrece una víctima estropeada al Señor. Yo soy el Gran Rey y mi nombre es respetado en las naciones -dice el Señor de los ejércitos-.


¿No comían la grasa de sus sacrificios y bebían el vino de sus libaciones? Que se levanten para socorrerlos, que sean su refugio'.


En cualquier lugar que sea, quiero que las oraciones las digan los hombres; que levanten manos inocentes, sin ira ni rencores.


Al tocar su trompeta el séptimo ángel se oyeron aclamaciones en el cielo: ¡El reinado sobre el mundo ha pasado a nuestro Señor y a su Mesías, y reinará por los siglos de los siglos!


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