13 ¡Aquí estoy yo contra ti! -oráculo del Señor- de los ejércitos-. Arderán humeando tus carros y la espada devorará tus cachorros, extirparé de la tierra tus presas y no volverá a sonar la voz de tus pregoneros.
13 Heme aquí contra ti, dice Jehová de los ejércitos. Encenderé y reduciré a humo tus carros, y espada devorará tus leoncillos; y cortaré de la tierra tu robo, y nunca más se oirá la voz de tus mensajeros.
13 «¡Yo soy tu enemigo! —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—. Tus carros de guerra serán quemados; tus jóvenes morirán en la batalla. Nunca más saquearás las naciones conquistadas. No volverán a oírse las voces de tus orgullosos mensajeros».
13 ¡He aquí que Yo estoy contra ti! Oráculo de YHVH Sebaot. Encenderé y reduciré a humo tus carros, Y a tus leoncillos los devorará la espada, Cortaré de la tierra tus presas, Y no volverá a oírse jamás la voz de tus pregoneros.
Desde Laqüis, el rey de Asiría despachó al general en jefe, al prefecto de eunucos y al copero mayor para que fueran con un fuerte destacamento a Jerusalén, al rey Ezequías. Fueron, y cuando llegaron a Jerusalén se detuvieron ante el Canal de la Alberca de Arriba, que queda junto a la calzada del Campo del Batanero.
Por medio de tus mensajeros has ultrajado al Señor: 'Con mis numerosos carros yo he subido a las cimas de los montes, a las cumbres del Líbano; he talado la estatura de sus cedros y sus mejores cipreses; llegué hasta la última cumbre, hasta lo más denso de su bosque.
Aquí estoy contra ti, Señora del Valle, Roca de la Plana -oráculo del Señor- . Dicen: ¿Quién nos infundirá miedo, quién penetrará en nuestras guaridas?
Aquí estoy contra ti, Monte Exterminio, que exterminó la tierra entera -oráculo del Señor- ; extenderé contra ti mi brazo, te haré rodar rocas abajo, te convertiré en Monte Quemado;
Esto dice el Señor: Aquí estoy contra ti, Sidón, en ti me cubriré de gloria. Sabrán que yo soy el Señor cuando haga justicia contra ella y brille en ella mi santidad.
Esto dice el Señor: Aquí estoy contra ti, Faraón, rey de Egipto, colosal cocodrilo acostado en el cauce del Nilo, que dices: 'Mío es el Nilo, yo me lo he hecho'.
que el fuego te consumirá, como devora la langosta, y la espada te aniquilará. Aunque te multipliques como la langosta, te multipliques como los saltamontes,
¡aquí estoy yo contra ti! -oráculo del Señor- de los ejércitos-. Te levantaré hasta la cara las faldas, enseñando tu desnudez a los pueblos, tu afrenta a los reyes.
El Señor dijo a Josué: No les tengas miedo, que mañana, a estas horas, a todos ellos los haré caer ante Israel; les desjarretarás los caballos y les quemarás los carros.