9 Seré paciente cuando el Señor me castigue, porque he pecado contra él. Pero después, él tomará mi caso y me hará justicia por todo lo que he sufrido a manos de mis enemigos. El Señor me llevará a la luz y veré su justicia.
9 Por ahora debo soportar la cólera de Yavé, pues me rebelé contra él, mientras examina mi causa y me hace justicia; entonces me hará salir a la luz y yo veré su fidelidad.
Entonces David, al ver al ángel que estaba hiriendo a la población, dijo al Señor: ¡Soy yo el que ha pecado! ¡Soy yo el culpable! ¿Qué han hecho estas ovejas? Carga la mano sobre mí y sobre mi familia. El Señor se arrepintió del castigo, y dijo al ángel, que estaba asolando ala población: ¡Basta! ¡Detén tu mano! El ángel del Señor estaba junto a la era de Arauná, el jebuseo.
conduciré a los ciegos por un camino que desconocen, los guiaré por senderos que ignoran. Ante ellos convertiré la tiniebla en luz, lo escabroso en llano. Esto es lo que pienso hacer, y no dejaré de hacerlo.
Pero el Señor es justo, porque me rebelé contra su palabra. Pueblos todos, escuchen y miren mis heridas: mis doncellas y mis jóvenes han marchado cautivos.
por lo que también yo procedí obstinadamente contra ellos, y los llevé a país enemigo, para ver si se doblegaba su corazón incircunciso y expiaban su culpa.
Por consiguiente, no juzguen nada antes de tiempo, esperen a que llegue el Señor: él sacará a la luz lo que esconden las tinieblas y pondrán al descubierto los motivos del corazón. Entonces cada uno recibirá su calificación de Dios.
Ahora ya me aguarda la merecida corona con la que el Señor, juez justo, me premiará el último día; y no sólo a mí, sino también a todos los que anhelan su venida.
¡Regocíjate, cielo, por lo que le pasa, y también ustedes, los consagrados, los apóstoles y los profetas! Porque, condenándola a ella, Dios les ha hecho justicia.
David se enteró de que había muerto Nabal, y exclamó: ¡Bendito el Señor, que se encargó de defender mi causa contra la afrenta que me hizo Nabal, librando a su siervo de hacer mal! ¡Hizo recaer sobre Nabal el daño que había hecho! Luego mandó a pedir la mano de Abigail, para casarse con ella.