Lucas 4:40 - Nueva Biblia Española (1975)

⁴⁰ Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de lo que fuera, se los llevaron; y él, aplicándole las manos a cada uno, los fue curando.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁰ Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁰ Esa tarde, al ponerse el sol, la gente de toda la aldea llevó ante Jesús a sus parientes enfermos. Cualquiera que fuera la enfermedad, el toque de su mano los sanaba a todos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁰ Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversos males se los llevaban a Jesús y él los sanaba imponiéndoles las manos a cada uno.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁰ Y cuando el sol se estaba poniendo, todos cuantos tenían enfermos de diversas dolencias los llevaron a Él, e imponiendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁰ A la caída del sol, todos los que tenían enfermos de diversas dolencias se los llevaron a él; él les iba imponiendo las manos uno por uno y los curaba.

Lucas 4:40 Referans Kwoze

Mateo 11:5

Ciegos ven y cojos andan, leprosos quedan limpios y sordos oyen, muertos resucitan y pobres reciben la buena noticia'.

Mateo 14:13

Al enterarse Jesús se marchó de allí en barca a un sitio tranquilo y apartado. La gente lo supo y lo siguió por tierra desde los pueblos.

Marcos 3:10

pues, como había curado a tantos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo.

Marcos 5:23

rogándole con insistencia: Mi niña está en las últimas. Ven a aplicarle las manos para que se cure y viva.

Marcos 6:5

No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó a unos pocos enfermos aplicándoles las manos.

Hechos 19:12

hasta el punto que bastaba aplicar a los enfermos pañuelos o prendas que él llevaba encima, para ahuyentar las enfermedades y expulsar los espíritus malos.

Hechos 5:15

hasta el punto de sacar a los enfermos a la calle y ponerlos en catres y camillas, para que al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno.