Me dijo: 'Las habitaciones de estos bloques, septentrional y meridional, emplazados frente al recinto y al pabellón, son sacristías. En ellas los sacerdotes que se acercan al Señor comerán los manjares sacrosantos. En ellas depositarán la oblación sacrosanta y la ofrenda, el sacrificio expiatorio y el penitencial, pues el lugar es sagrado.
Si uno toca carne consagrada con la orla del vestido y toca con ella pan o caldo o vino o aceite o cualquier alimento, ¿quedan consagrados? Los sacerdotes respondieron que no.