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Hechos 8:2 - Nueva Biblia Española (1975)

2 Unos hombres piadosos enterraron a Esteban e hicieron gran duelo por él.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Y hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 (Con profundo dolor, unos hombres consagrados enterraron a Esteban).

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Unos hombres piadosos enterraron a Esteban e hicieron un gran duelo por él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y unos varones piadosos sepultaron a Esteban, e hicieron gran llanto por él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Hombres piadosos sepultaron a Esteban e hicieron gran luto por él.

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Hechos 8:2
19 Referans Kwoze  

y murió en Villa Arbá (hoy Hebrón), en país cananeo. Abrahán fue a hacer duelo y a llorar a su mujer.


Subieron también carros y jinetes, y la caravana era inmensa.


David ordenó a Joab y a sus acompañantes: Rásguense las vestiduras y cíñanse un sayal y hagan duelo por Abner. El rey David caminaba detrás del féretro.


Cuando murió Ezequías lo enterraron en la cuesta de las tumbas de los descendientes de David. Los judíos y la población de Jerusalén le dedicaron un gran funeral. Su hijo Manases le sucedió en el trono.


Jeremías compuso una elegía en su honor, y todos los cantores y cantoras siguen recordándolo en sus elegías. Se han hecho tradicionales en Israel; pueden verse en las Lamentaciones.


No lloren por el muerto ni se lamenten por él, lloren por el que se marcha, porque no volverá a ver su tierra natal.


Por eso, así dice el Señor a Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá: No le harán funeral cantando: ¡Ay hermano mío, ay hermana! No le harán funeral: ¡Ay Señor, ay Majestad!


y toda la comunidad, toda la casa de Israel, viendo que Aarón había muerto, lo lloró tres días.


Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y le dieron sepultura.


Vivía entonces en Jerusalén un cierto Simeón, hombre honrado y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel;


Era devoto y adepto a la religión judía, como toda su familia; daba muchas limosnas al pueblo y oraba regularmente.


Residían entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra.


Aquel día se desató una .violenta persecución contra la iglesia de Jerusalén; todos, menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y Samaría.


Saulo, por su parte, descargaba su furia contra la Iglesia; penetraba en las casas y arrastraba a la cárcel a hombres y mujeres.


Los israelitas lloraron a Moisés en la estepa de Moab treinta días, hasta que terminó el tiempo del duelo por Moisés.


Samuel había- muerto; todo Israel asistió a los funerales, y lo habían enterrado en Rama, su pueblo. Por otra parte, Saúl había desterrado a nigromantes y adivinos.


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