Génesis 24:65 - Nueva Biblia Española (1975)

⁶⁵ y dijo al sirviente: ¿Quién es aquel hombre que viene en dirección nuestra por el campo? Respondió el sirviente: Es mi patrón. Ella tomó el velo y se cubrió.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁶⁵ porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁶⁵ —¿Quién es ese hombre que viene a nuestro encuentro caminando por los campos? —preguntó al siervo. Y él contestó: —Es mi amo. Entonces Rebeca se cubrió el rostro con el velo,

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁶⁵ Y preguntó al mayordomo: '¿Quién es aquel hombre que viene por el campo a nuestro encuentro?' Le respondió: 'Es mi patrón. Ella entonces tomó su velo y se cubrió el rostro.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁶⁵ dijo al siervo: ¿Quién es ese varón que viene por el campo a nuestro encuentro? El siervo dijo: Es mi señor. Entonces ella tomó el velo y se cubrió.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁶⁵ y dijo al criado: '¿Quién es aquel hombre que viene por el campo hacia nosotros?'. Respondió el criado: 'Es mi señor'. Entonces ella tomó su velo y se cubrió.

Génesis 24:65 Referans Kwoze

Génesis 20:16

Ya Sara le dijo: He dado a tu hermano mil pesos de plata; así podrás mirar a la cara a todos los tuyos.

Génesis 24:64

También Rebeca alzó la vista y, al ver a Isaac, bajó del camello,

Génesis 24:66

El sirviente le contó a Isaac todo lo que había hecho.

Génesis 38:14

Ella se quitó el traje de viuda, se cubrió con un velo, disfrazándose, y se sentó junto a Dosfuentes, cerca del camino de Timná, pues veía que Selá había crecido y no se lo daban en matrimonio.

Isaías 3:23

vestidos de gasa y de lino, turbantes y mantillas.

Isaías 47:2

Toma un molino, muele harina, quítate el velo, alza las faldas, descubre el muslo, vadea los canales;

1 Corintios 11:10

Por eso la mujer debe llevar en la cabeza una señal de sujeción, por los ángeles.

1 Timoteo 2:9

Por lo que toca a las mujeres, que vayan convenientemente arregladas, compuestas con decencia y modestia, sin adornos de oro en el peinado, sin perlas ni vestidos lujosos;