Daniel 9:19 - Nueva Biblia Española (1975)

¹⁹ Escucha, Señor; perdona, Señor; atiende, Señor; actúa sin tardanza, ¡Dios mío, por tu honor! Por tu ciudad y tu pueblo, que llevan tu nombre.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁹ Oye, Señor; oh Señor, perdona; presta oído, Señor, y hazlo; no tardes, por amor de ti mismo, Dios mío; porque tu nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁹ »Oh Señor, óyenos. Oh Señor, perdónanos. ¡Oh Señor, escúchanos y actúa! Por amor a tu nombre, no te demores, oh mi Dios, porque tu pueblo y tu ciudad llevan tu nombre».

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁹ Escucha, Señor, perdona, Señor, mira, Señor. Actúa oh mi Dios, no tardes por amor de ti mismo, porque tu ciudad y tu pueblo son llamados por tu nombre.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁹ ¡Oh Adonay, oye! ¡Oh Adonay, perdona! ¡Oh Adonay, presta oído y hazlo! ¡Oh Dios mío, por amor de ti mismo, no te tardes!, porque tu Nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁹ ¡Señor, escucha! ¡Señor, perdona! ¡Señor, atiende y obra! ¡No tardes, por amor de ti mismo, Dios mío! Pues tu ciudad y tu pueblo llevan tu nombre.

Daniel 9:19 Referans Kwoze

2 Crónicas 6:21

Día y noche estén tus ojos abiertos sobre este templo, sobre el sitio donde quisiste que residiera tu Nombre. ¡Escucha la oración que tu siervo te dirige en este sitio!

2 Crónicas 6:39

si en el país del destierro adonde los han deportado se convierten a ti con todo el corazón y con toda el alma, y rezan vueltos a la tierra que habías dado a sus padres, hacia la ciudad que elegiste y el templo que he construido en tu honor,

Isaías 43:7

a todos los que llevan mi nombre, a los que creé para mi gloria, a los qué hice y formé.

Jeremías 14:7

Si nuestras culpas nos acusan, Señor, intervén por tu nombre, que son muchas nuestras apostasías, hemos pecado contra ti.

Jeremías 14:9

¿Por qué te portas como un hombre aturdido, como soldado incapaz de vencer? Tú estás con nosotros, Señor, llevamos tu nombre, no nos abandones.

Jeremías 25:29

Porque si en la ciudad que lleva mi nombre comencé el castigo, ¿van a quedar ustedes impunes? No quedarán impunes, porque yo reclamo la espada contra todos los habitantes del mundo, -oráculo del Señor- de los ejércitos.

Ezequiel 20:14

Pero actué por respeto a mi nombre, para que no fuera profanado ante los paganos, en cuya presencia los había sacado.

Ezequiel 20:22

Pero retraje mi mano y actué por respeto a mi nombre para que no fuera profanado ante los paganos, en cuya presencia los había sacado.

Ezequiel 20:9

Pero actué por respeto a mi nombre, para que no fuera profanado ante los paganos con los que vivían, y en cuya presencia me manifesté a ellos para sacarlos de Egipto.

Ezequiel 36:22

Por eso, di a la casa de Israel: Esto dice el Señor: No lo hago por ustedes, casa de Israel, sino por mi santo nombre, profanado por ustedes en las naciones adonde fueron.

Ezequiel 39:25

Por tanto, así dice el Señor: Ahora cambio la suerte de Jacob, me apiado de la casa de Israel y soy celoso de mi santo nombre.

Daniel 9:18

Dios mío, inclina tu oído y escúchame; abre los ojos y mira nuestra desolación y la ciudad que lleva tu nombre; pues, al presentar ante ti nuestra súplica, no confiamos en nuestra justicia, sino en tu gran compasión.

Amós 7:2

y cuando terminaba de devorar la hierba del país, yo dije: Señor, perdona: ¿cómo podrá resistir Jacob si es tan pequeño?

Números 14:19

perdona la culpa de este pueblo por tu gran misericordia, ya que lo has traído desde Egipto hasta aquí.

Números 6:27

'Así invocarán mi nombre sobre los israelitas, y yo los bendeciré.

Lucas 11:8

Les digo que acabará por levantarse y darle lo que necesita, si no por ser amigos, al menos para librarse de su importunidad.

Hechos 15:17

para que los demás hombres busquen al Señor, con todas las naciones que llevan ya mi nombre:

Efesios 1:12

para que los que ya esperábamos en el Mesías fuéramos un himno a su gloria.

Efesios 1:6

a ser un himno a su gloriosa generosidad.

Efesios 3:10

Así, desde el cielo, por medio de la Iglesia, se dan a conocer a las soberanías y autoridades las múltiples formas de la sabiduría de Dios,