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2 Samuel 19:37 - Nueva Biblia Española (1975)

37 Déjame volver a mi pueblo, y que al morir me entierren en la sepultura de mil padres. Aquí está mi hijo Quimeán: que vaya él, y lo tratas como te parezca bien.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

37 Yo te ruego que dejes volver a tu siervo, y que muera en mi ciudad, junto al sepulcro de mi padre y de mi madre. Mas he aquí a tu siervo Quimam; que pase él con mi señor el rey, y haz a él lo que bien te pareciere.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

37 Después déjeme regresar para que muera en mi ciudad, donde están enterrados mi padre y mi madre. Pero aquí está su siervo, mi hijo Quimam; permítale que él vaya con mi señor el rey y que reciba lo que usted quiera darle.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

37 Tu servidor te acompañará todavía un poco más allá del Jordán, pero ¿por qué el rey me va a dar tal recompensa?

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La Biblia Textual 3a Edicion

37 Ruégote permitas a tu siervo que regrese, para que pueda morir en mi ciudad, al lado del sepulcro de mi padre y de mi madre. Sin embargo, he aquí que tu siervo Quimam° pasará con mi señor el rey: haz con él lo que sea bueno ante tus ojos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

37 Tu siervo no ha hecho sino acompañar al rey en el vado del Jordán. ¿Por qué me ha de dar el rey tal recompensa?

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2 Samuel 19:37
15 Referans Kwoze  

Cuando me duerma con mis padres, sácame de Egipto y entiérrame en la sepultura con ellos. Contestó losé: Haré lo que pides.


Israel dijo a José: Yo estoy para morir; Dios estará con ustedes y los llevará otra vez a la tierra de sus padres.


lo llevaron a Canaán, lo enterraron en la cueva del campo de Macpela, frente a Mambré, el campo que Abrahán había comprado a Efrón, el hitita, como sepulcro en propiedad.


Pasaré un poco más allá acompañando al rey; no hace falta que el rey me lo pague.


Entonces dijo el rey: Que venga conmigo Quimeán, y yo lo trataré como te parezca bien. Y todo lo que quieras encomendarme, yo lo haré.


El rey siguió hasta Guilgal. Quimeán iba con él. Todo Judá y medio Israel acompañaban al rey.


por volverte a comer y beber allí donde él te lo ha prohibido, no enterrarán tu cadáver en la sepultura de tu familia.


En cambio, perdona la vida a los hijos de Barzilay, el galaadita. Cuéntalos entre tus comensales, porque también ellos me atendieron cuando yo huía de tu hermano Absalón.


Azarías, hijo de Natán, ministro del Interior; Zabud, hijo de Natán, del consejo privado del rey;


y marcharon, parando en el albergue de Quimhán, cerca de Belén, con intención de emigrar a Egipto,


pues por lo que a mí toca, estoy para derramar mi sangre y el momento de mi partida está cerca.


Yo emprendo hoy el viaje de iodos. Reconozcan de todo corazón y con toda el alma que no ha dejado de cumplirse una sola de todas las promesas que les hizo el Señor, su Dios. Todas se han cumplido, ni una sola ha dejado de cumplirse.


sabiendo que pronto voy a dejarla como me lo comunicó nuestro Señor, Jesús el Mesías.


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