2 Reyes 4:36 - Nueva Biblia Española (1975)

³⁶ Eliseo llamó a Guejazí, y le ordenó: Llama a la sunamita. La llamó, y cuando llegó le dijo Eliseo: Toma a tu hijo.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³⁶ Entonces llamó él a Giezi, y le dijo: Llama a esta sunamita. Y él la llamó. Y entrando ella, él le dijo: Toma tu hijo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁶ Entonces Eliseo llamó a Giezi y le dijo: «¡Llama a la madre del niño!». Cuando ella entró, Eliseo le dijo: «¡Aquí tienes, toma a tu hijo!».

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁶ Eliseo llamó a Guejazí y le dijo: 'Di a la sunamita que venga'. La llamó, ella subió y le dijo: 'Toma a tu hijo'.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁶ Entonces llamó a Giezi y dijo: Llama a esta sunamita. La llamó pues, y cuando ella llegó, él le dijo: ¡Alza a tu hijo!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁶ Llamó entonces a Guejazí y le dijo: 'Llama a la sunamita'. La llamó y ella se presentó a él. Él le dijo: 'Toma a tu hijo'.

2 Reyes 4:36 Referans Kwoze

1 Reyes 1:3

Entonces fueron por todo el territorio israelita -buscando una muchacha bonita; encontraron a Abisag, de Sunán, y se la llevaron al rey.

1 Reyes 17:23

Elías tomó al niño, lo bajó de la habitación y se lo entregó a la madre, diciéndole: Aquí tienes a tu hijo vivo.

2 Reyes 4:35

Entonces Eliseo se puso a pasear por la habitación, de acá para .allá; subió de nuevo a la cama y se encogió sobre el niño, y así hasta siete veces; el niño estornudó y abrió los ojos.

2 Reyes 4:37

Ella entró y se arrojó a sus pies, postrada en tierra. Luego tomó a su hijo y salió.

2 Reyes 6:7

Eliseo dijo: Sácalo. El otro alargó el brazo y lo agarró.

2 Reyes 8:1

Eliseo dijo a la madre del niño que había resucitado: Anda, vete con tu familia, emigra a donde puedas; porque el Señor ha llamado al hambre, y va a venir al país por siete años.

Lucas 7:15

El muerto se incorporó y empezó a hablar, y Jesús, se lo entregó a su madre.

Hebreos 11:35

Hubo mujeres que recobraron resucitados a sus difuntos. A otros, en cambio, los mataron a golpes, pues no aceptaron el rescate, queriendo obtener una resurrección más valiosa.