Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Crónicas 15:2 - Nueva Biblia Española (1975)

2 Salió al encuentro de Asá, y le dijo: Escúchenme, Asá, Judá y Benjamín: Si están con el Señor, él estará con ustedes; si lo buscan, se dejará encontrar; pero si lo abandonan, los abandonará.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 y salió al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 y salió al encuentro del rey Asa cuando este volvía de la batalla. «¡Escúcheme, Asa! —le gritó—. ¡Escuchen, todos ustedes de Judá y de Benjamín! ¡El Señor permanecerá con ustedes mientras ustedes permanezcan con él! Cada vez que lo busquen, lo encontrarán; pero si lo abandonan, él los abandonará a ustedes.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 el cual salió al encuentro de Asá y le dijo: '¡Escúchenme ustedes, Asá y toda la gente de Judá y Benjamín! Yavé estará con ustedes mientras ustedes estén con él; si ustedes lo buscan, él se dejará hallar, pero si ustedes lo abandonan, él los abandonará a ustedes.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 quien salió al encuentro de Asa y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: YHVH está con vosotros mientras vosotros estéis con Él. Si lo buscáis, Él se dejará hallar por vosotros, pero si lo abandonáis, Él os abandonará.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 salió al encuentro de Asá y le dijo: '¡Oídme, Asá y todo Judá y Benjamín! Yahveh estará con vosotros mientras vosotros estéis con él. Si lo buscáis, él se dejará hallar de vosotros; pero si lo abandonáis, él os abandonará.

Gade chapit la Kopi




2 Crónicas 15:2
56 Referans Kwoze  

Fue adversario de Israel durante todo el reinado de Salomón.


Elías le contestó: ¡No he arruinado yo a Israel, sino tú y tu familia, por dejar los mandatos del Señor y seguir a los baales!


Desecharé al resto de mi heredad, lo entregaré en poder de sus enemigos, será presa y botín de sus enemigos,


Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre y sírvele de todo corazón, con generosidad de espíritu, que el Señor escruta los corazones y penetra todas las intenciones. Si lo buscas, se dejará encontrar; si lo abandonas, te rechazará definitivamente.


Todas las ciudades tenían escudos y lanzas; estaban perfectamente armadas. Reinó en Judá y Benjamín.


Entonces el profeta Semayas se presentó a Roboán y a las autoridades de Judá, que se habían reunido en Jerusalén por miedo a Sisac, y les dijo: Así dice el Señor: Ustedes me han abandonado, pues yo les abandono ahora en manos de Sisac.


Sepan que Dios está con nosotros en vanguardia. Sus sacerdotes darán con las trompetas el toque de guerra contra ustedes. Israelitas, no luchen contra el Señor, Dios de sus padres, porque no podrán vencer.


Abías se situó en la cumbre del monte Semaraín, en la sierra de Efraín, y gritó: Jeroboán, israelitas, escúchenme:


Todo Judá festejó el juramento; lo habían hecho de corazón, buscando al Señor con sincera voluntad; él se dejó encontrar por ellos y les concedió paz con sus vecinos.


Pero en el peligro volvieron al Señor, Dios de Israel; lo buscaron, y él se dejó encontrar.


y dijo: Judíos, habitantes de Jerusalén, y tú, rey Josafat, presten atención. Así dice el Señor: No se asusten ni acobarden ante esa inmensa multitud, porque la batalla no es cosa de ustedes, sino de Dios.


No tendrán necesidad de combatir; estén quietos y firmes contemplando cómo los salva el Señor. Judá y Jerusalén, no se asusten ni acobarden. Salgan mañana a su encuentro, que el Señor estará con ustedes.


De madrugada se pusieron en marcha hacia el desierto de Tecua. Cuando salían, Josafat se detuvo y dijo: Judíos y habitantes de Jerusalén, escúchenme: confíen en el Señor, su Dios, y subsistirán; confíen en sus profetas, y vencerán.


Entonces el Espíritu de Dios se apoderó de Azarías, hijo del sacerdote Yehoyadá, que se presentó ante el pueblo, y le dijo: Así dice Dios: ¿Por qué quebrantan los preceptos del Señor? Van a la ruina. Han abandonado al Señor y él los abandona.


Sirvió al Señor mientras vivió Zacarías, que lo había educado en el respeto de Dios; y mientras sirvió al Señor, Dios le hizo triunfar.


El cuenta con fuerzas humanas, nosotros con el Señor, nuestro Dios, que nos auxilia y guerrea con nosotros. El pueblo se animó con las palabras de Ezequías, rey de Judá.


Entonces hizo venir contra ellos a los generales del rey de Asiria, que apresaron a Manases con garfios, lo ataron con cadenas de bronce y lo condujeron a Babilonia.


En su angustia procuró aplacar al Señor, su Dios, y se humilló profundamente ante el Dios de sus padres y le suplicó.


El año octavo de su reinado, cuando todavía era un muchacho, comenzó a servir al Dios de su antepasado David, y el año doce empezó a purificar a Judá y a Jerusalén de ermitas, estelas, estatuas e ídolos.


Porque nos daba reparo pedirle al rey infantes y jinetes que nos protegieran de enemigos durante el viaje, después de haberle dicho: 'Nuestro Dios protege a los que le sirven, mientras su poder y su cólera se vuelven contra los que lo abandonan'.


Consulté al Señor y me respondió librándome de todas mis ansias.


El Señor observa desde el cielo a los hijos de Adán, para ver si hay alguno sensato que busque a Dios.


No hablé a escondidas, en un país tenebroso; no dije a la estirpe de Jacob: 'Búsquenme en el vacío'. Yo soy el Señor que pronuncia sentencia y declara lo que es justo.


Escúchenme, los que van tras la justicia, los que buscan al Señor: Miren la roca de donde los tallaron, la cantera de donde los extrajeron;


Entonces dijo Dios: Escucha, heredero de David: ¿No les basta cansar a los hombres, que cansan incluso a mi Dios?


¿No te ha sucedido todo eso por haber abandonado al Señor, tu Dios?


Así dice el Señor, Dios de los ejércitos: En todas las calles hay duelo, en todas las callejas gritan: ¡Ay, ay!; los campesinos llaman para el duelo y el luto a expertos en lamentaciones;


Ahora diles: Así dice el Señor de los ejércitos: Vuelvan a mí -oráculo del Señor- de los ejércítos y yo volveré a ustedes -dice el Señor de los ejércitos-.


No suban porque el Señor no está con ustedes y los derrotará el enemigo.


Pues los amalecitas y los cananeos les harán frente, y caerán a espada. Sé han apartado del Señor, y por eso el Señor no está con ustedes.


¡Quién tenga oídos, que escuche!


Cuando salgas a combatir contra tus enemigos, y veas caballos, carros y tropas más numerosas que las tuyas, no los temas, porque está contigo el Señor, tu Dios, que te hizo subir de Egipto.


Ese día mi furor se encenderá contra ellos: lo abandonaré y me esconderé de él, se lo comerán y le ocurrirán innumerables desgracias y sufrimientos. Entonces dirá: 'Es que no está mi Dios conmigo; por eso me ocurren estas desgracias'.


Desde allí buscarás al Señor, tu Dios, y lo encontrarás si lo buscas de todo corazón y con toda el alma.


'Mi justo vive de su fidelidad: en cambio, si se echa atrás, dejará de agradarme”.


Cuidado con rechazar al que habla, pues si aquéllos no escaparon por haber rechazado al que transmitía los oráculos en la tierra, cuánto menos nosotros, si volvemos la espalda al que habla desde el cielo.


Acérquense a Dios y él se les acercará: lávense las manos, pecadores; purifíquense el corazón, indecisos.


Y Fineés, hijo del sacerdote Eleazar, dijo a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manases: Ahora sabemos que el Señor está con nosotros, porque no han cometido ustedes ese pecado contra él. Han librado a los israelitas' del castigo del Señor.


Si abandonan al Señor y sirven a dioses extranjeros, se volverá contra ustedes, y después de haberlos tratado bien, los maltratará y los aniquilará.


Quien tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias. El que salga vencedor no será víctima de la muerte segunda.


Quién tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias. Al que salga vencedor le daré maná escondido y le daré también una piedra blanca; la piedra lleva escrito un nombre nuevo que sólo sabe el que lo recibe.


Quien tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias.


Quien tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias. Al que salga vencedor le concederé comer del árbol de la vida, que está en el jardín de Dios.


Quien tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias.


Quien tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias.


Quien tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias.


Pero me han abandonado, han dado culto a otros dioses. Por eso no volveré a salvarlos.


En cuanto se enteró Yotán, fue, y en pie sobre la cumbre del Monte Garizín, les gritó a voz en cuello: ¡Óiganme, vecinos de Siquén, así Dios los escuche!


Si respetan al Señor y le sirven, si le obedecen y no se rebelan contra sus mandatos, ustedes y el rey que reine sobre ustedes vivirán siendo fieles al Señor, su Dios.


Pero si no obedecen al Señor y se rebelan contra sus mandatos, el Señor descargará la mano sobre ustedes y sobre su rey, hasta destruirlos.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite