Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Levítico 10:2 - Biblia Reina Valera Gómez (2023)

2 Y salió fuego de delante de Jehová que los quemó, y murieron delante de Jehová.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

2 Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Como consecuencia, un fuego ardiente salió de la presencia del Señor y los consumió por completo, y murieron ahí ante el Señor.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Y en eso, un fuego salió de la presencia de Yavé que los devoró, y murieron allí delante de Yavé.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y de la presencia de YHVH salió un fuego que los consumió y murieron en presencia de YHVH.°

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Salió de delante de Yahveh un fuego que los abrasó, y cayeron muertos ante Yahveh.

Gade chapit la Kopi




Levítico 10:2
25 Referans Kwoze  

Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por su atrevimiento, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.


Y él fue, y halló su cuerpo tirado en el camino, y el asno y el león estaban junto al cuerpo; el león no había comido el cuerpo, ni dañado al asno.


Entonces cayó fuego de Jehová, el cual consumió el holocausto, y la leña, y las piedras, y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.


Y Elías respondió, y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo y te consuma con tus cincuenta. Y descendió fuego del cielo y lo consumió a él y a sus cincuenta.


Y les respondió Elías, y dijo: Si yo soy varón de Dios, descienda fuego del cielo y te consuma con tus cincuenta. Y el fuego de Dios descendió del cielo y lo consumió a él y a sus cincuenta.


Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió, porque extendió su mano al arca; y murió allí delante de Dios.


pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, Jehová nuestro Dios nos quebrantó, por cuanto no le buscamos según la ordenanza.


Pero Nadab y Abiú murieron antes que su padre, y no tuvieron hijos; por lo cual Eleazar e Itamar ejercieron el sacerdocio.


Aún estaba este hablando, y vino otro que dijo: El fuego de Dios cayó del cielo, y quemó las ovejas y los criados, y los consumió; solamente escapé yo para traerte la noticia.


Vendrá nuestro Dios, y no callará; fuego consumirá delante de Él, y en derredor suyo habrá tempestad grande.


Y dijo a Moisés: Sube ante Jehová, tú, y Aarón, Nadab, y Abiú y setenta de los ancianos de Israel; y adoraréis desde lejos.


Porque Tofet ya de tiempo está dispuesta y preparada para el rey. Él la hizo profunda y ancha; su pira es de fuego y mucha leña; el soplo de Jehová, como torrente de azufre, la enciende.


Y ellos se acercaron, y los sacaron con sus túnicas fuera del campamento, como dijo Moisés.


Y Jehová habló a Moisés, después que murieron los dos hijos de Aarón, cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron.


Y salió fuego de delante de Jehová, y consumió el holocausto y las grosuras sobre el altar; y viéndolo todo el pueblo, alabaron, y cayeron sobre sus rostros.


aquellos varones que habían hablado mal de la tierra, murieron de plaga delante de Jehová.


Y salió fuego de Jehová, y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.


Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, además de los muertos por el asunto de Coré.


Mas Nadab y Abiú murieron, cuando ofrecieron fuego extraño delante de Jehová.


Y al instante cayó a los pies de él, y expiró; y entrando los jóvenes, la hallaron muerta; y la sacaron, y la sepultaron junto a su marido.


Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y expiró. Y vino gran temor sobre todos los que lo oyeron.


Y todas estas cosas les acontecieron como ejemplo; y están escritas para amonestarnos a nosotros, sobre quienes los fines de los siglos han venido.


Y Él mato a los hombres de Bet-semes, porque habían mirado dentro del arca de Jehová; mato del pueblo a cincuenta mil setenta hombres. Y el pueblo lloró, porque Jehová había herido a muchos del pueblo con una gran mortandad.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite