Y desecharon sus estatutos, y su pacto que él había concertado con sus padres; y sus testimonios, que él había protestado contra ellos; y siguieron la vanidad, y fueron hechos vanos, y [fueron] en pos de los gentiles que [estaban] alrededor de ellos, de las cuales les había mandado el SEÑOR que no hiciesen a la manera de ellos.
Ciertamente [son] necios los príncipes de Zoán; el consejo de los prudentes consejeros de Faraón se ha desvanecido. ¿Cómo diréis por Faraón: Yo [soy] hijo de los sabios, e hijo de los reyes antiguos?
por tanto, he aquí que yo volveré a hacer [obra] admirable [entre] este pueblo con [un] milagro espantoso; porque la sabiduría de sus sabios se perderá, y la prudencia de sus prudentes se desvanecerá.
Y desvaneceré el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar; y les haré que caigan a cuchillo delante de sus enemigos, y en las manos de los que buscan sus almas; y daré sus cuerpos para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra;
Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde [está] el SEÑOR? Y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores [se] rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron por Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.
¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? [No por] cierto, no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caerán; caerán cuando los visitare, dice el SEÑOR.
Quebrantamiento vendrá sobre quebrantamiento, y rumor será sobre rumor; y buscarán respuesta del profeta, mas la ley perecerá del sacerdote, y el consejo de los ancianos.
Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no la convertiré; porque menospreciaron la ley del SEÑOR, y no guardaron sus ordenanzas; y sus mentiras los hicieron errar, en pos de las cuales anduvieron sus padres.
Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque ésta [es] vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente esta nación grande [es un] pueblo sabio y entendido.