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Números 24:7 - Biblia Reina Valera 1995

7 De sus manos destilan aguas, y su descendencia tiene agua en abundancia. Su rey es más grande que Agag, y su reino es engrandecido.

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Biblia Reina Valera 1960

7 De sus manos destilarán aguas, Y su descendencia será en muchas aguas; Enaltecerá su rey más que Agag, Y su reino será engrandecido.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Agua fluirá de sus cántaros; su descendencia tendrá toda la que necesite. Su rey será más grande que Agag; su reino será exaltado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 ¡Se rebalsa el agua de sus dos baldes, su simiente está bien regada, su rey es más poderoso que Agag, y su reino crece todavía!

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 De sus cántaros fluyen aguas, Y su descendencia, en muchas aguas, Más exaltado que Agag será su rey, Y enaltecido su reino.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 El agua de sus dos cubos rebosa, y su sementera es en aguas copiosas; más poderoso que Agag es su rey, y su realeza crece en poder.

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Números 24:7
29 Referans Kwoze  

David supo entonces que Jehová lo había confirmado como rey de Israel, y que había engrandecido su reino por amor de su pueblo Israel.


Y Salomón dominaba sobre todos los reinos desde el Éufrates hasta la tierra de los filisteos y el límite con Egipto, que le traían presentes y sirvieron a Salomón todos los días que vivió.


Hiram, rey de Tiro, envió también sus siervos a Salomón, luego que oyó que lo habían ungido rey en lugar de su padre, pues Hiram siempre había amado a David.


Entonces entendió David que Jehová lo había confirmado como rey sobre Israel, pues había exaltado su reino sobre su pueblo Israel.


Que hubo en Jerusalén reyes fuertes, cuyo dominio se extendía a todo lo que hay más allá del río, y que se les pagaba tributo, impuestos y rentas.


Después de estas cosas, el rey Asuero engrandeció a Amán hijo de Hamedata, el agagueo. Lo honró y puso su silla por encima de las de todos los príncipes que estaban con él.


Me has librado de las contiendas del pueblo; me has hecho cabeza de las naciones; pueblo que yo no conocía me sirvió.


¡Bendecid a Dios en las congregaciones; al Señor, vosotros de la estirpe de Israel!


Todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones lo servirán.


Yo también lo pondré por primogénito, el más excelso de los reyes de la tierra.


Acontecerá que al final de los tiempos será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes; será exaltado sobre los collados y correrán a él todas las naciones.


Y sobre todo monte alto y sobre todo collado elevado habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza, cuando caerán las torres.


Oíd esto, casa de Jacob, que os llamáis del nombre de Israel, los que salieron de las aguas de Judá, los que juran en el nombre de Jehová y hacen memoria del Dios de Israel, mas no en verdad ni en justicia.


Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.


Tú, la que moras entre muchas aguas, rica en tesoros: ha llegado tu fin, la medida de tu codicia.


En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre,


Al ver a Amalec, pronunció esta profecía: «Amalec es la cabeza de las naciones, mas al fin perecerá para siempre.»


Natanael exclamó: —¡Rabí, tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel!


El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: «Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.»


Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas y habló conmigo, diciendo: «Ven acá y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas.


También me dijo: «Las aguas que has visto, donde se sienta la ramera, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.


En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: Rey de reyes y Señor de señores.


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