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Mateo 1:21 - Biblia Reina Valera 1995

21 Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»

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Biblia Reina Valera 1960

21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

21 Y tendrá un hijo y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

21 tú eres el que pondrás el nombre al hijo que dará a luz. Y lo llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre° JESÚS,° porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

21 Dará a luz un hijo, a quien le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados'.

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Mateo 1:21
36 Referans Kwoze  

Respondió Dios: —Ciertamente Sara, tu mujer, te dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Isaac. Confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.


Pero yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz el año que viene por este tiempo.


Entonces dijo: —De cierto volveré a ti el próximo año, y para entonces Sara, tu mujer, tendrá un hijo. Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.


En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual lo llamarán: “Jehová, justicia nuestra”.


En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura. Y se le llamará: “Jehová, justicia nuestra”.


»”Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, poner fin al pecado y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, sellar la visión y la profecía y ungir al Santo de los santos.


¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu rey vendrá a ti, justo y salvador, pero humilde, cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.


Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito, y le puso por nombre Jesús.


Pero el ángel le dijo: —Zacarías, no temas, porque tu oración ha sido oída y tu mujer Elisabet dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Juan.


Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús.


que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.


Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuera concebido.


Al siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: «¡Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!


y decían a la mujer: «Ya no creemos solamente por lo que has dicho, pues nosotros mismos hemos oído y sabemos que verdaderamente este es el Salvador del mundo, el Cristo.»


De la descendencia de este, y conforme a la promesa, Dios levantó a Jesús por Salvador a Israel.


A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijera, a fin de que cada uno se convierta de su maldad.»


Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.


A este, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.


Él se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.


Por eso puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.


Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado.


Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.


Yo le dije: «Señor, tú lo sabes.» Él me dijo: «Estos son los que han salido de la gran tribulación; han lavado sus ropas y las han blanqueado en la sangre del Cordero.


A esta mujer se le apareció el ángel de Jehová y le dijo: «Tú eres estéril y nunca has tenido hijos, pero concebirás y darás a luz un hijo.


Aconteció que al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, «por cuanto —dijo— se lo pedí a Jehová».


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