Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Lucas 23:41 - Biblia Reina Valera 1995

41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; pero este ningún mal hizo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal hizo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

41 Nosotros merecemos morir por nuestros crímenes, pero este hombre no ha hecho nada malo».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

41 Nosotros lo hemos merecido y pagamos por lo que hemos hecho,

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

41 Porque nosotros, en verdad, justamente padecemos, porque recibimos° cosas dignas de las que hicimos, pero Éste, nada malo° hizo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

41 Nosotros con justicia; pues estamos recibiendo lo merecido por nuestras fechorías. Pero éste nada malo ha hecho'.

Gade chapit la Kopi




Lucas 23:41
19 Referans Kwoze  

Pero cuando se vio en angustia, oró a Jehová, su Dios, y se humilló profundamente en la presencia del Dios de sus padres.


»Después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras y a causa de nuestro gran pecado, ya que tú, Dios nuestro, no nos has castigado de acuerdo con nuestras iniquidades, y nos diste un resto como este,


Puestos de pie en su lugar, leyeron el libro de la ley de Jehová, su Dios, la cuarta parte del día, y durante otra cuarta parte del día confesaron sus pecados y adoraron a Jehová, su Dios.


Oré a Jehová, mi Dios, e hice confesión diciendo: “Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos,


Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó a decir: —No tengas nada que ver con ese justo, porque hoy he sufrido mucho en sueños por causa de él.


Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: —Inocente soy yo de la sangre de este justo. Allá vosotros.


diciendo: —Yo he pecado entregando sangre inocente. Pero ellos dijeron: —¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!


El centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, al ver el terremoto y las cosas que habían sido hechas, llenos de miedo dijeron: «Verdaderamente este era Hijo de Dios.»


Respondiendo el otro, lo reprendió, diciendo: —¿Ni siquiera estando en la misma condenación temes tú a Dios?


Y dijo a Jesús: —Acuérdate de mí cuando vengas en tu Reino.


Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprochablemente nos comportamos con vosotros los creyentes.


Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.


sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.


Cuando lo maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino que encomendaba la causa al que juzga justamente.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite