Jueces 16:4 - Biblia Reina Valera 1995

⁴ Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Después de esto aconteció que se enamoró de una mujer en el valle de Sorec, la cual se llamaba Dalila.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Tiempo después, Sansón se enamoró de una mujer llamada Dalila, que vivía en el valle de Sorec.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ Después de eso se juntó con una mujer del valle de Sorec que se llamaba Dalila.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ Después de esto sucedió que se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Después de esto, se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila.

Jueces 16:4 Referans Kwoze

1 Reyes 11:1

Pero el rey Salomón amó, además de la hija del faraón, a muchas mujeres extranjeras, de Moab, de Amón, de Edom, de Sidón, y heteas;

Nehemías 13:26

¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Aunque en muchas naciones no hubo rey como él, que era amado de su Dios y Dios lo había puesto por rey sobre todo Israel, aun a él lo hicieron pecar las mujeres extranjeras.

Proverbios 22:14

Fosa profunda es la boca de la mujer extraña, y en ella caerá el que provoque la ira de Jehová.

Proverbios 23:27

Porque abismo profundo es la ramera, pozo profundo la extraña.

Proverbios 26:11

Como perro que vuelve a su vómito es el necio que repite su necedad.

Proverbios 27:22

Aunque majes al necio en un mortero, entre granos de trigo majados con el pisón, no se apartará de él su necedad.

1 Corintios 10:6

Estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron.

Jueces 16:3

Pero Sansón durmió hasta la medianoche; y a la medianoche se levantó y, tomando las puertas de la ciudad con sus dos pilares y su cerrojo, se las echó al hombro y las subió a la cumbre del monte que está delante de Hebrón.

Jueces 16:5

Fueron a visitarla los príncipes de los filisteos y le dijeron: —Engáñalo y descubre en qué consiste su gran fuerza y cómo podríamos vencerlo. Así podremos atarlo y dominarlo, y cada uno de nosotros te dará mil cien siclos de plata.