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Juan 8:22 - Biblia Reina Valera 1995

22 Decían entonces los judíos: —¿Acaso pensará matarse, que dice: “A donde yo voy, vosotros no podéis ir”?

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Biblia Reina Valera 1960

22 Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará a sí mismo, que dice: A donde yo voy, vosotros no podéis venir?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Por lo tanto, la gente se preguntaba: «¿Estará pensando suicidarse? ¿Qué quiere decir con “no pueden ir adonde yo voy”?».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Los judíos se preguntaban: '¿Por qué dice que a donde él va nosotros no podemos ir? ¿Pensará tal vez en suicidarse?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 Decían entonces los judíos: ¿Acaso se matará, pues dice: A donde Yo voy, vosotros no podéis ir?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 Decían los judíos: '¿Acaso se va a suicidar, puesto que dice: 'A donde yo voy, no podéis venir vosotros?'.

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Juan 8:22
11 Referans Kwoze  

Hastiada está nuestra alma de la burla de los que están satisfechos, y del menosprecio de los soberbios.


Pero yo soy gusano y no hombre; oprobio de los hombres y despreciado del pueblo.


Enmudezcan los labios mentirosos, que hablan contra el justo cosas duras con soberbia y menosprecio.


Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle: —¿Quién eres tú?


Muchos de ellos decían: —Demonio tiene y está fuera de sí. ¿Por qué lo oís?


Respondió la multitud y dijo: —Demonio tienes, ¿quién intenta matarte?


Entonces los judíos dijeron entre sí: —¿Adónde se irá este, que no lo hallaremos? ¿Se irá a los dispersos entre los griegos y enseñará a los griegos?


Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: —¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano y que tienes demonio?


Entonces los judíos le dijeron: —Ahora nos convencemos de que tienes demonio. Abraham murió, y los profetas; y tú dices: “El que guarda mi palabra nunca sufrirá muerte.”


Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar,


Salgamos, pues, a él, fuera del campamento, llevando su oprobio,


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