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Juan 20:16 - Biblia Reina Valera 1995

16 Jesús le dijo: —¡María! Volviéndose ella, le dijo: —¡Raboni! —que significa: «Maestro».

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 —¡María! —dijo Jesús. Ella giró hacia él y exclamó: —¡Raboní! (que en hebreo significa “Maestro”).

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Jesús le dijo: 'María'. Ella se dio la vuelta y le dijo: 'Rabboní', que quiere decir 'Maestro'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Jesús le dice: ¡Miriam! Ella, volviéndose, le dice en arameo: ¡Rabboni! (que quiere decir Maestro).

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Dícele Jesús: '¡María!'. Ella se vuelve y le dice en hebreo: '¡Rabbuní! ' (que significa 'Maestro').

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Juan 20:16
26 Referans Kwoze  

Aconteció después de estas cosas, que Dios probó a Abraham. Le dijo: —Abraham. Este respondió: —Aquí estoy.


Entonces el ángel de Jehová lo llamó desde el cielo: —¡Abraham, Abraham! Él respondió: —Aquí estoy.


Vuestros ojos ven, y también los ojos de mi hermano Benjamín, que mi boca os habla.


Cuando Jehová vio que él iba a mirar, lo llamó de en medio de la zarza: —¡Moisés, Moisés! —Aquí estoy —respondió él.


—También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia a mis ojos y te he conocido por tu nombre —respondió Jehová a Moisés.


Apenas me aparté de ellos un poco, hallé al amado de mi alma; me así a él, y no lo dejé hasta llevarlo a casa de mi madre, a la habitación de quien me dio a luz.


Yo dormía, pero mi corazón velaba. La voz de mi amado que llama: «¡Ábreme, hermana mía, amada mía, paloma mía, perfecta mía, pues mi cabeza está cubierta de rocío, mis cabellos, de la humedad de la noche!


Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, Jacob, y Formador tuyo, Israel: «No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.


Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: —¡Tened ánimo! Soy yo, no temáis.


Jesús le preguntó: —¿Qué quieres que te haga? El ciego le dijo: —Maestro, que recobre la vista.


Respondiendo Jesús, le dijo: —Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.


Volviéndose Jesús y viendo que lo seguían, les dijo: —¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: —Rabí —que significa «Maestro»—, ¿dónde vives?


Natanael exclamó: —¡Rabí, tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel!


A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre y las saca.


Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su hermana, diciéndole en secreto: —El Maestro está aquí, y te llama.


Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy.


Entonces Tomás respondió y le dijo: —¡Señor mío y Dios mío!


Este vino a Jesús de noche y le dijo: —Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.


Hay en Jerusalén, cerca de la Puerta de las Ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos.


Y hallándolo al otro lado del mar, le preguntaron: —Rabí, ¿cuándo llegaste acá?


Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba y le decía: —¡Cornelio!


y cayendo en tierra oyó una voz que le decía: —Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?


Vino Jehová, se paró y llamó como las otras veces: —¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: —Habla, que tu siervo escucha.


Jehová volvió a llamar a Samuel. Se levantó Samuel, vino adonde estaba Elí y le dijo: —Heme aquí; ¿para qué me has llamado? —Hijo mío, yo no he llamado; vuelve y acuéstate —le respondió Elí.


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