Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Jeremías 3:12 - Biblia Reina Valera 1995

12 Ve y proclama estas palabras hacia el norte, y di: »“Vuélvete, rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová; no guardaré para siempre el enojo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

12 Ve y clama estas palabras hacia el norte, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

12 Por lo tanto, ve y dale este mensaje a Israel. Esto dice el Señor: »“Oh Israel, mi pueblo infiel, regresa otra vez a mí, porque yo soy misericordioso. No estaré enojado contigo para siempre.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Sal a gritar estas palabras, al norte: 'Vuelve, Israel infiel, dice Yavé. No me enojaré con ustedes, porque soy bueno, ni les guardaré rencor.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

12 Ve y proclama estas palabras hacia el norte, y di: ¡Vuélvete, oh apóstata Israel!, dice YHVH. No haré caer mi ira sobre vosotros, Porque soy misericordioso, dice YHVH. No estaré enojado para siempre.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Ve y proclama estas palabras hacia el norte y di: Conviértete, apóstata Israel -oráculo de Yahveh-; no os miraré con rostro airado, pues soy misericordioso -oráculo de Yahveh-; no estaré siempre enojado.

Gade chapit la Kopi




Jeremías 3:12
45 Referans Kwoze  

Si hicieras lo bueno, ¿no serías enaltecido?; pero si no lo haces, el pecado está a la puerta, acechando. Con todo, tú lo dominarás.


En los días de Peka, rey de Israel, llegó Tiglat-pileser, rey de los asirios, y tomó a Ijón, Abel-bet-maaca, Janoa, Cedes, Hazor, Galaad, Galilea, y toda la tierra de Neftalí; y llevó sus habitantes cautivos a Asiria.


hasta que Jehová apartó a Israel de su presencia, como lo había anunciado por medio de todos los profetas, sus siervos. Así Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta el día de hoy. Los asirios ocuparon la parte norte del actual Irak (la tierra entre los ríos Tigris y Éufrates) durante la mayor parte del período cubierto por el AT. Los montes y las planicies de esta fértil tierra contrastan con el desierto que se encuentra al oeste y con las escabrosas montañas al norte y al este. Por tal motivo, los asirios constantemente tuvieron que defender su país de los invasores. Los asirios eran, en su mayoría, un pueblo semítico (grupo al que asimismo pertenecían los israelitas); su idioma era muy similar al babilónico. También usaban el sistema de escritura cuneiforme, hecha con signos en forma de cuña, que representaban sonidos o sílabas y se imprimían en tabletas de barro con una especie de punzón (llamado posteriormente «estilo»). Las listas reales muestran que los asirios ya estaban en su tierra por el año 2300 a.C., y la evidencia arqueológica señala que Nínive fue fundada cerca del 4000 a.C. Alrededor del año 1100 a.C. Asiria se había convertido en una potencia del cercano Oriente. Siguió un tiempo de decadencia. Pero desde cerca del 900 a.C. hubo una serie de reyes vigorosos, los que empezaron a establecer el poderoso imperio asirio. Con el imperio vino también la riqueza. Las historias narradas en la Biblia y en otros documentos, más las escenas de batallas que decoraban las paredes de los palacios asirios, dan la impresión de que se trataba de un cruel pueblo guerrero. Pero la vida asiria no se limitaba a la guerra. Los reyes construyeron grandes palacios y templos en las ciudades más importantes (Nínive, Asur y Cala). Las paredes estaban revestidas con planchas de piedra talladas en bajorrelieve. Tales planchas mostraban al rey mientras cazaba, trataba con sus súbditos o adoraba a sus dioses, y también narraban sus victorias. El mobiliario de los palacios estaba bellamente decorado con paneles de marfil tallado o grabado. El rey, con la reina a su lado, descansaba en un sofá y bebía de copas doradas. Miles de tabletas de barro se guardaban en las bibliotecas de los palacios. Muchas tienen que ver con asuntos diplomáticos y administrativos, otras detallan determinado reinado. Hay también documentos legales, diccionarios y listas de palabras. La literatura asiria incluye grandes épicas de la historia primitiva y leyendas (entre ellas las famosas historias del diluvio y de la creación), y otras historias de los dioses. Asur, el dios nacional de Asiria, era considerado el rey de los dioses. Se creía que él y los otros dioses (dios de la luna, dios del sol, dios del clima, diosa del amor y de la guerra, etc.) controlaban todas las cosas. Cada ciudad tenía un templo principal donde se adoraba al dios de esa ciudad (dios patrono). En el día especial del dios y en las grandes festividades, las personas se aglomeraban para ver las procesiones, donde se exhibían las estatuas del dios. Tomaban muy en serio al mundo espiritual. Solían usar amuletos para ahuyentar los espíritus malignos y los demonios, quienes causaban problemas y provocaban enfermedades. Consultaban adivinos y astrólogos para conocer el futuro. Se ofrecían ofrendas a los muertos. Sin embargo, la religión asiria no proveía ninguna esperanza de vida después de la muerte. Los asirios entran en la historia bíblica en la época de los últimos reyes de Israel (s. VIII a.C.), en la época en que Isaías (el profeta) se estaba dando a conocer en el reino de Judá. Desde ca. del 840 a.C., Asiria había considerado a Israel como estado vasallo. En el obelisco de piedra negra que documenta las victorias del rey Salmanasar III, se muestra a Jehú, rey de Israel, rindiendo tributo (cf. 2~R 9—10). En el 745 a.C. Tiglat-pileser III asciende al trono de Asiria. Invadió Israel y forzó al rey Manahem a renovar el pago del tributo (2~R 15.17-23). Años más tarde, el rey asirio volvió a invadir Israel, capturando tierras y ciudades, y deportó a muchas personas. (Para evitar problemas posteriores, los asirios solían mandar al exilio a los conquistados y los establecían en otro país.) Oseas, rey de Israel, resistió a los asirios. Fue derrotado, pero luego se rebeló. En esta ocasión, el rey asirio Salmanasar V sitió y capturó Samaria, la capital de Israel. Toda la población fue enviada al exilio; Samaria fue repoblada con gentes de otros pueblos. Era el año 721 a.C. (2~R 17; 18.9-12). Sargón II, sucesor de Salmanasar, declara haber deportado como prisioneros a «... 27.290 de sus habitantes junto con sus carros... y los dioses en quienes confiaban». (Véase Tabla cronológica.) El reino de Judá se había tornado en vasallo asirio al pedir protección contra el ataque de Israel y Siria (2~R 16.1-9). Así, cuando el rey Ezequías buscó la independencia de Judá, su acción llevó al ejército asirio hasta Judá. El rey asirio sitió y capturó Laquis y envió un gran ejército contra Jerusalén. Ezequías, por consejo del profeta Isaías, no se rindió, y los asirios tuvieron que retroceder (2~R 18.1-8,13—19.37). Judá permaneció leal a Asiria hasta que el imperio fue derrotado por los babilonios, quienes capturaron Nínive, la capital asiria, en el año 612 a.C. (cf. Dn 5).


En el año nueve de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y llevó a Israel cautivo a Asiria. Los estableció en Halah, en Habor junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos.


En el tercer año de Oseas hijo de Ela, rey de Israel, comenzó a reinar Ezequías hijo de Acaz, rey de Judá.


Ahora, pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová, el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira.


Porque si os volvéis a Jehová, vuestros hermanos y vuestros hijos hallarán misericordia delante de los que los tienen cautivos, y volverán a esta tierra; porque Jehová, vuestro Dios, es clemente y misericordioso, y no apartará de vosotros su rostro, si vosotros os volvéis a él.»


Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que lo temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos,


Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira y grande en misericordia.


No contenderá para siempre ni para siempre guardará el enojo.


Clemente y misericordioso es Jehová, lento para la ira y grande en misericordia.


¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Estarás airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo?


Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira y grande en misericordia y verdad,


porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan.


El que oculta sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará misericordia.


¡Volved a aquel contra quien se rebelaron gravemente los hijos de Israel!


Yo deshice como a una nube tus rebeliones y como a una niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí.»


Jehová me dijo: «Proclama todas estas palabras en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, diciendo: “Oíd las palabras de este pacto y ponedlas por obra.


Pero después que los haya arrancado, volveré y tendré misericordia de ellos, y los haré volver cada uno a su heredad y cada cual a su tierra.


sino: “¡Vive Jehová, que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de tierra del norte y de todas las tierras adonde yo los había echado!” Y habitarán en su tierra.»


»Dicho está: “Si alguno deja a su mujer, y esta se va de él y se junta a otro hombre, ¿volverá de nuevo a ella? ¿No será tal tierra del todo mancillada?” Tú, pues, que has fornicado con muchos amigos, ¿habrás de volver a mí?, dice Jehová.


»”Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; os tomaré, uno de cada ciudad y dos de cada familia, y os introduciré en Sión.


»”En aquellos tiempos irán de la casa de Judá a la casa de Israel, y vendrán juntamente de la tierra del norte a la tierra que hice heredar a vuestros padres.


¡Convertíos, hijos rebeldes, y os sanaré de vuestras rebeliones!”» «Aquí estamos, venimos a ti, porque tú, Jehová, eres nuestro Dios.


Tu dices: “¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará?” He aquí que has hablado así, pero has hecho cuantas maldades pudiste.»


Y dije: “Después de hacer todo esto, se volverá a mí”, ¡pero no se volvió! Y lo vio su hermana, la rebelde Judá.


Porque yo estoy contigo para salvarte, dice Jehová, y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí. Pero a ti no te destruiré, aunque te castigaré con justicia: de ninguna manera te dejaré sin castigo.»


¿No es Efraín un hijo precioso para mí? ¿No es un niño en quien me deleito? Desde que hablé de él, lo he recordado constantemente. Por eso mis entrañas se conmovieron por él, y ciertamente tendré de él misericordia, dice Jehová.


»Levanta para ti indicadores, ponte señales altas, fíjate con atención en la calzada. ¡Vuélvete por el camino por donde fuiste, virgen de Israel, vuelve a estas tus ciudades!


Yo los hago volver de la tierra del norte, los reuniré de los extremos de la tierra; entre ellos, juntamente, a ciegos y a cojos, a la mujer que está encinta y a la que dio a luz. En gran compañía volverán acá.


entonces es cierto que rechazaré la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, para no tomar de su descendencia a quien sea señor sobre la posteridad de Abraham, de Isaac y de Jacob. Haré volver sus cautivos y tendré de ellos misericordia.»


«Si te has de volver, Israel», dice Jehová, «vuélvete a mí. Si quitas de delante de mí tus abominaciones y no andas de acá para allá,


Que por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias;


Di, por tanto: “Así ha dicho Jehová, el Señor: Yo os recogeré de los pueblos, os congregaré de las tierras en las cuales estáis esparcidos y os daré la tierra de Israel.


Diles: Vivo yo, dice Jehová, el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino y que viva. ¡Volveos, volveos de vuestros malos caminos! ¿Por qué habéis de morir, casa de Israel?


»”Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: Ahora voy a hacer que vuelvan los cautivos de Jacob. Tendré misericordia de toda la casa de Israel y me mostraré celoso por mi santo nombre.


Venid y volvamos a Jehová, pues él nos destrozó, mas nos curará; nos hirió, mas nos vendará.


»Entonces confesarán su iniquidad y la iniquidad de sus padres, la rebeldía con que se rebelaron contra mí, y también porque se opusieron a mí.


»No seáis como vuestros padres, a quienes los primeros profetas clamaron diciendo: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras”; pero ellos no atendieron ni me escucharon, dice Jehová.


te conviertas a Jehová, tu Dios, y obedezcas a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite