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Jeremías 2:8 - Biblia Reina Valera 1995

8 Los sacerdotes no dijeron: “¿Dónde está Jehová?”, y los que tenían la Ley no me conocieron; los pastores se rebelaron contra mí, los profetas profetizaron en nombre de Baal y anduvieron tras lo que no aprovecha.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Los sacerdotes no preguntaron: “¿Dónde está el Señor?”. Aquellos que enseñaron mi palabra me ignoraron, los gobernantes se volvieron en mi contra, y los profetas hablaron en nombre de Baal, perdiendo su tiempo con ídolos inútiles.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Los sacerdotes ya no se preguntan: ¿Dónde está Yavé? ¡Los dueños de mi enseñanza no me conocen! Los pastores de mi pueblo se rebelaron contra mí, y los profetas consultaron a dioses inútiles, dando respuestas en nombre de Baal.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Los sacerdotes no preguntaban: ¿Dónde está YHVH? Los doctores de la Ley° no me conocían, Los pastores° se rebelaban contra mí, Y los profetas profetizaban en nombre de Baal, Siguiendo a dioses que de nada sirven.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Los sacerdotes no preguntaron: '¿Dónde está Yahveh?'. Ni los que se ocupan de mi ley me conocieron. Los pastores se rebelaron contra mí; los profetas profetizaron por Baal y se fueron tras los que de nada sirven.

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Jeremías 2:8
35 Referans Kwoze  

Elías siguió hablándole al pueblo: —Sólo yo he quedado como profeta de Jehová, mientras que de los profetas de Baal hay cuatrocientos cincuenta hombres.


Pasó el mediodía y ellos siguieron gritando frenéticamente hasta la hora de ofrecer el sacrificio, pero no se escuchó ninguna voz, ni hubo quien respondiera ni escuchara.


Entonces Elías les dijo: «Apresad a los profetas de Baal para que no escape ninguno.» Ellos los apresaron y Elías los condujo al arroyo Cisón y allí los degolló.


Pero nadie dice: “¿Dónde está Dios, mi Hacedor, que llena de cánticos la noche,


Pero también estos erraron por el vino y por la sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron por la sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, titubearon en el juicio.


Porque Jehová derramó sobre vosotros un espíritu de sopor, cerró los ojos de vuestros profetas y puso un velo sobre las cabezas de vuestros videntes.


todos se avergonzarán de un pueblo que no les sirve de nada, ni los socorre ni les trae provecho alguno; antes les será para vergüenza y aun para deshonra.


Porque los pastores se han vuelto necios y no han buscado a Jehová; por eso, no prosperaron y se dispersó todo su rebaño.


Muchos pastores han destruido mi viña, han pisoteado mi heredad, han convertido en desierto y soledad mi heredad preciosa.


Jehová, fortaleza mía, fuerza mía y refugio mío en el tiempo de la aflicción, a ti vendrán naciones desde los extremos de la tierra, y dirán: «Ciertamente mentira heredaron nuestros padres, una vanidad sin provecho alguno.


Ellos dijeron: «Venid y preparemos un plan contra Jeremías, porque la instrucción no le faltará al sacerdote ni el consejo al sabio ni la palabra al profeta. Venid calumniémoslo y no atendamos a ninguna de sus palabras.»


¿Acaso alguna nación ha cambiado sus dioses, aunque estos no son dioses? Sin embargo, mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que no aprovecha.


No dijeron: “¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón ni habitó en ella hombre alguno?”


Porque mi pueblo es necio, no me conocieron; son hijos ignorantes y faltos de entendimiento; son sabios para hacer el mal, pero no saben hacer el bien.


los profetas profetizan mentira y los sacerdotes dominan por manos de ellos. ¡Y mi pueblo así lo quiere! ¿Qué, pues, haréis cuando llegue el fin?»


»”Vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan.


antes bien, se fueron tras la imaginación de su corazón y en pos de los baales, según les enseñaron sus padres.


Sus sacerdotes violaron mi Ley y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni distinguieron entre inmundo y limpio. De mis sábados apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos.


«Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: “Así ha dicho Jehová, el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no apacientan a los rebaños?


Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; puesto que olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.


»¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo, la estatua de fundición que enseña mentira, para que el artífice confíe en su obra haciendo imágenes mudas?


¿De qué le servirá al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma? ¿O qué dará el hombre a cambio de su alma?,


»¡Ay de vosotros, intérpretes de la Ley!, porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.


Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí.


Vosotros no lo conocéis. Yo sí lo conozco y, si digo que no lo conozco, sería mentiroso como vosotros; pero lo conozco y guardo su palabra.


Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios. Por el contrario, manifestando la verdad, nos recomendamos, delante de Dios, a toda conciencia humana.


Ellos enseñarán tus juicios a Jacob y tu Ley a Israel. Pondrán el incienso delante de ti y el holocausto sobre tu altar.


No os apartéis en pos de vanidades que no aprovechan ni libran, porque son vanidades.


Los hijos de Elí eran hombres impíos, que no tenían conocimiento de Jehová.


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