Génesis 27:1 - Biblia Reina Valera 1995

¹ Aconteció que cuando Isaac envejeció y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: —¡Hijo mío! Él respondió: —Aquí estoy.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹ Aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Cierto día, cuando Isaac ya era viejo y se estaba quedando ciego, llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: —Hijo mío. —¿Sí, padre? —respondió Esaú.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Siendo Isaac ya anciano, y con sus ojos tan debilitados que no veía nada, llamó a su hijo mayor Esaú. Como le dijera: '¡Hijo mío!', Esaú respondió: 'Aquí estoy.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Aconteció que envejeció Isaac, y sus ojos se debilitaron hasta no ver. Entonces llamó a Esaú su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Con la vejez, se le nublaron a Isaac los ojos hasta quedarse sin vista. Llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: 'Hijo mío'. Él contestó: 'Aquí estoy'.

Génesis 27:1 Referans Kwoze

Génesis 25:33

Dijo Jacob: —Júramelo en este día. Él se lo juró, y vendió a Jacob su primogenitura.

Génesis 48:10

Los ojos de Israel estaban tan debilitados por la vejez, que no podía ver. Los hizo, pues, acercarse a él, y él los besó y los abrazó.

1 Reyes 14:4

La mujer de Jeroboam lo hizo así; se levantó, fue a Silo y llegó a la casa de Ahías. Ahías ya no podía ver, porque sus ojos se habían oscurecido a causa de la vejez.

Eclesiastés 12:3

cuando tiemblen los guardias de la casa y se encorven los hombres fuertes; cuando cesen de trabajar las molineras, porque habrán disminuido, y se queden a oscuras las que miran por las ventanas;

Juan 9:3

Respondió Jesús: —No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.

Deuteronomio 34:7

Tenía Moisés ciento veinte años de edad cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.

1 Samuel 3:2

Un día estaba Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver.