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Génesis 23:2 - Biblia Reina Valera 1995

2 Sara murió en Quiriat-arba (que es Hebrón), en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara y a llorarla.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y murió Sara en Quiriat-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara, y a llorarla.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Sara murió en Quiriat-arba (actualmente se llama Hebrón), en la tierra de Canaán. Allí Abraham hizo duelo y lloró por ella.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 en la ciudad de Kiriat-Arbe -o sea, Hebrón-, en el país de Canaán. Abrahán hizo duelo por ella y la lloró.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y murió Sara en Quiriat-Arba, que es Hebrón, en tierra de Canaán, y acudió Abraham para hacer duelo por Sara y llorar por ella.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Murió Sara en Quiriat Arbá, es decir, Hebrón, en la tierra de Canaán; y Abrahán vino a hacer duelo por Sara y a llorar por ella.

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Génesis 23:2
36 Referans Kwoze  

Así pues, Abram levantó su tienda, se fue y habitó en el encinar de Mamre, que está en Hebrón, donde edificó un altar a Jehová.


Fueron ciento veintisiete los años de la vida de Sara; tantos fueron los años de la vida de Sara.


Después de esto, Abraham sepultó a Sara, su mujer, en la cueva de la heredad de Macpela, al oriente de Mamre (que es Hebrón), en la tierra de Canaán.


Luego Isaac la trajo a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer y la amó. Así se consoló Isaac de la muerte de su madre.


Aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre lo había bendecido, y dijo en su corazón: «Llegarán los días del luto por mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob.»


Fue Jacob junto a Isaac, su padre, a Mamre, a la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde habitaron Abraham e Isaac.


—Ve ahora, mira cómo están tus hermanos y cómo están las ovejas, y tráeme la noticia —dijo Israel. Lo envió, pues, desde el valle del Hebrón, y José llegó a Siquem.


Entonces se echó José sobre el rostro de su padre, lloró sobre él y lo besó.


Llegaron hasta la era de Atad, al otro lado del Jordán, y lloraron e hicieron grande y muy triste lamentación. Allí José hizo duelo por su padre durante siete días.


Lloraron, se lamentaron y ayunaron hasta la noche, por Saúl y por su hijo Jonatán, por el pueblo de Jehová y por la casa de Israel, pues habían caído al filo de la espada.


David entonó este lamento por Saúl y Jonatán, su hijo,


El número de días que David reinó en Hebrón sobre la casa de Judá fue de siete años y seis meses.


Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel ante el rey en Hebrón. El rey David hizo un pacto con ellos allí delante de Jehová; y ungieron a David como rey de Israel.


Reinó en Hebrón sobre Judá durante siete años y seis meses, y reinó en Jerusalén treinta y tres años sobre todo Israel y Judá.


De Judá dieron a los hijos de Aarón la ciudad de refugio, esto es, Hebrón; además, Libna con sus ejidos, Jatir, Estemoa con sus ejidos,


Jeremías endechó en memoria de Josías. Todos los cantores y cantoras recitan esas lamentaciones sobre Josías hasta el día de hoy; y las tomaron por norma para endechar en Israel. Están escritas en el libro de Lamentos.


En cuanto a las aldeas y sus tierras, algunos de los hijos de Judá habitaron en Quiriat-arba y sus aldeas, en Dibón y sus aldeas, en Jecabseel y sus aldeas,


No lloréis al muerto ni por él os condoláis; llorad amargamente por el que se va, porque no volverá jamás ni verá la tierra donde nació.


Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá: «No lo llorarán, diciendo: “¡Ay, hermano mío!” y “¡Ay, hermana!”, ni lo lamentarán, diciendo: “¡Ay, señor! ¡Ay, majestad!”


Subieron al Neguev y llegaron hasta Hebrón. Allí vivían Ahimán, Sesai y Talmai, hijos de Anac. Hebrón fue edificada siete años antes de Zoán en Egipto.


Al saber toda la congregación que Aarón había muerto, le hicieron duelo por treinta días todas las familias de Israel.


Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: —Va al sepulcro, a llorar allí.


Unos hombres piadosos llevaron a enterrar a Esteban, e hicieron gran llanto sobre él.


Lloraron los hijos de Israel a Moisés en los campos de Moab treinta días; así se cumplieron los días de llanto y de luto por Moisés.


La tomó, junto con su rey y todas sus ciudades; las pasaron a filo de espada y destruyeron todo lo que allí dentro tenía vida, sin dejar nada. Como había hecho con Hebrón y con Libna y su rey, así hizo con Debir y su rey.


A Caleb hijo de Jefone se le dio su parte entre los hijos de Judá, conforme al mandamiento de Jehová a Josué: Quiriat-arba, la ciudad del padre de Anac, que es Hebrón.


Humta, Quiriat-arba (la cual es Hebrón) y Sior: nueve ciudades con sus aldeas.


Entonces señalaron a Cedes en Galilea, en el monte de Neftalí, Siquem en los montes de Efraín, y Quiriat-arba (que es Hebrón) en los montes de Judá.


Les dieron Quiriat-arba, del padre de Anac, la cual es Hebrón, en los montes de Judá, con sus ejidos circundantes.


Judá marchó contra el cananeo que habitaba en Hebrón, la cual se llamaba antes Quiriat-arba; e hirieron a Sesai, a Ahimán y a Talmai.


Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viva sobre la tierra, ni tú ni tu reino estarán firmes. Así que manda ahora a buscarlo y tráemelo, porque ha de morir.


Por entonces murió Samuel. Todo Israel se congregó para llorarlo y lo sepultaron en su casa, en Ramá. Entonces se levantó David y se fue al desierto de Parán.


Ya Samuel había muerto. Todo Israel lo había lamentado y lo había sepultado en Ramá, su ciudad. Saúl había expulsado de la tierra a los encantadores y adivinos.


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