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Génesis 2:7 - Biblia Reina Valera 1995

7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Luego el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló aliento de vida en la nariz del hombre, y el hombre se convirtió en un ser viviente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Entonces Yavé Dios formó al hombre con polvo de la tierra; luego sopló en sus narices un aliento de vida, y existió el hombre con aliento y vida.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Entonces YHVH ’Elohim modeló al hombre de la tierra roja, e insufló en sus narices aliento de vida. Y el hombre llegó a ser alma viviente.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Entonces Yahveh-Dios formó al hombre del polvo de la tierra, insufló en sus narices aliento de vida y el hombre se convirtió en ser viviente.

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Génesis 2:7
33 Referans Kwoze  

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.


sino que subía de la tierra un vapor que regaba toda la faz de la tierra.


Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás.


Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado.


Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió.


que todo el tiempo que mi alma esté en mí y que haya hálito de Dios en mis narices,


El espíritu de Dios me hizo y el soplo del Omnipotente me dio vida.


Heme aquí a mí, en presencia de Dios, lo mismo que tú: del barro fui yo también formado.


¡mucho menos en aquellos que habitan en casas de barro cimentadas en el polvo, que serán aplastadas como la polilla!


Reconoced que Jehová es Dios; él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado.


porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo.


Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, que escudriña lo más profundo del corazón.


antes que el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.


tiempo de rasgar y tiempo de coser, tiempo de callar y tiempo de hablar,


¡Dejad al hombre cuyo aliento está en su nariz! Porque ¿de qué estima es él digno?


Ahora bien, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú el alfarero. Así que obra de tus manos somos todos nosotros.


El aliento de nuestras vidas, el ungido de Jehová, de quien habíamos dicho: «A su sombra tendremos vida entre las naciones», quedó apresado en sus lazos.


Así ha dicho Jehová, el Señor, a estos huesos: Yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.


Pondré tendones en vosotros, haré que la carne suba sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré en vosotros espíritu, y viviréis. Y sabréis que yo soy Jehová.”


Profecía. Palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos, funda la tierra y forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho:


Ellos se postraron sobre sus rostros y dijeron: —Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación?


—Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, ponga sobre la congregación un hombre


Y al decir esto, sopló y les dijo: —Recibid el Espíritu Santo.


ni es honrado por manos de hombres, como si necesitara de algo, pues él es quien da a todos vida, aliento y todas las cosas.


Pero tú, hombre, ¿quién eres, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: «Por qué me has hecho así»?


Así también está escrito: «Fue hecho el primer hombre, Adán, alma viviente»; el postrer Adán, espíritu que da vida.


El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.


Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros,


Sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna, en los cielos.


pues Adán fue formado primero, después Eva;


Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?


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