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Génesis 17:3 - Biblia Reina Valera 1995

3 Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:

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Biblia Reina Valera 1960

3 Entonces Abram se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Al oír eso, Abram cayó rostro en tierra. Después Dios le dijo:

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Abram cayó rostro en tierra, y Dios le habló así:

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Entonces Abram se echó de bruces, y ’Elohim le habló diciendo:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Abrán cayó rostro en tierra, y Dios le habló, diciéndole:

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Génesis 17:3
17 Referans Kwoze  

Entonces Abraham se postró sobre su rostro, y se rió y dijo en su corazón: «¿A un hombre de cien años habrá de nacerle un hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, habrá de concebir?»


Alzó los ojos y vio a tres varones que estaban junto a él. Al verlos salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, se postró en tierra


Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: «¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!»


Y añadió: —Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.


Como el aspecto del arco iris que está en las nubes en día de lluvia, así era el aspecto del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Cuando la vi, me postré sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba.


Me levanté y salí al campo; y allí estaba la gloria de Jehová, como la gloria que había visto junto al río Quebar; y me postré sobre mi rostro.


Aconteció que cuando ellos iban matando y quedé yo solo, me postré sobre mi rostro, y clamé diciendo: «¡Ah, Señor Jehová!, ¿destruirás a todo el resto de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén?»


Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de sus palabras caí sobre mi rostro en un profundo sueño, con mi rostro en tierra.


Moisés y Aarón se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel.


Ellos se postraron sobre sus rostros y dijeron: —Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación?


«¡Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento!» Ellos se postraron sobre sus rostros.


Al oír esto, los discípulos se postraron sobre sus rostros y sintieron gran temor.


—No —respondió él—, sino que he venido como Príncipe del ejército de Jehová. Entonces Josué, postrándose en tierra sobre su rostro, lo adoró y le dijo: —¿Qué dice mi Señor a su siervo?


Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: «No temas. Yo soy el primero y el último,


Porque aconteció que cuando la llama subió del altar hacia el cielo, Manoa y su mujer vieron al ángel de Jehová subir en la llama del altar. Entonces se postraron en tierra.


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