Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Éxodo 34:9 - Biblia Reina Valera 1995

9 diciendo: —Señor, si en verdad he hallado gracia a tus ojos, que vaya ahora el Señor en medio de nosotros. Este es un pueblo muy terco, pero perdona nuestra maldad y nuestro pecado, y acéptanos como tu heredad.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia en tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros; porque es un pueblo de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por tu heredad.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Entonces dijo: —Oh Señor, si de verdad cuento con tu favor, te ruego que nos acompañes en el viaje. Es cierto que el pueblo es terco y rebelde, pero te pido que perdones nuestra iniquidad y nuestros pecados. Tómanos como tu posesión más preciada.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 y dijo: 'Señor, si realmente me miras con buenos ojos, ven y camina en medio de nosotros; aunque sea un pueblo rebelde, perdona nuestras faltas y pecados, y recíbenos por herencia tuya.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

9 diciendo: Si ahora he hallado gracia ante tus ojos, oh Señor mío, te ruego mi Señor que, aunque somos pueblo de dura cerviz, vayas en medio de nosotros, perdones nuestra iniquidad y nuestro pecado y nos tomes por posesión tuya.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Y dijo: 'Ahora, mi Señor, si gozo de tu favor, dígnese mi Señor caminar con nosotros. Ciertamente, éste es un pueblo de dura cerviz, pero tú perdonarás nuestras faltas, nuestros pecados, y harás de nosotros tu heredad'.

Gade chapit la Kopi




Éxodo 34:9
23 Referans Kwoze  

porque Jah ha escogido a Jacob para sí, a Israel por posesión suya.


Por amor de tu nombre, Jehová, perdonarás también mi pecado, que es grande.


Salva a tu pueblo y bendice a tu heredad; pastoréalos y susténtalos para siempre.


Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que él escogió como heredad para sí.


Entregó también su pueblo a la espada y se irritó contra su heredad.


No abandonará Jehová a su pueblo ni desamparará su heredad,


Ahora, pues, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra.


Continuó diciendo Jehová a Moisés: —Yo he visto a este pueblo, que por cierto es un pueblo muy terco.


Dijo Moisés a Jehová: —Mira, tú me dices: “Saca a este pueblo”, pero no me has indicado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: “Yo te he conocido por tu nombre y has hallado también gracia a mis ojos.”


que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, pero que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.


Por cuanto sé que eres duro, que una barra de hierro es tu cerviz, y tu frente de bronce,


No es así la porción de Jacob, porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la vara de su heredad: ¡Jehová de los ejércitos es su nombre!


»¿Qué Dios hay como tú, que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en la misericordia.


Jehová poseerá a Judá, su heredad en la tierra santa, y escogerá aún a Jerusalén.


Perdona ahora la maldad de este pueblo según la grandeza de tu misericordia, como has perdonado a este pueblo desde Egipto hasta aquí.


y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.» Amén.


Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob, la heredad que le tocó.


Pero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como en este día.


Luego me postré delante de Jehová, y como antes hice, durante cuarenta días y cuarenta noches no comí pan ni bebí agua, a causa de todo el pecado que habíais cometido haciendo el mal ante los ojos de Jehová para enojarlo.


Y oré a Jehová diciendo: Señor Jehová, no destruyas a tu pueblo, a la heredad que has redimido con tu grandeza y que sacaste de Egipto con mano poderosa.


Ellos son tu pueblo, la heredad que sacaste con tu gran poder y con tu brazo extendido.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite