Daniel 10:3 - Biblia Reina Valera 1995

³ No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con perfume, hasta que se cumplieron las tres semanas.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³ No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres semanas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ En todo ese tiempo no comí nada pesado. No probé carne ni vino, ni me puse lociones perfumadas hasta que pasaron esas tres semanas.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Durante esas tres semanas no probé comidas exquisitas, me privé de carne y de vino y renuncié a cualquier perfume.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ No comí manjar delicado, ni carne ni vino entraron en mi boca, ni me ungí con ungüento, hasta que fueron cumplidas tres semanas enteras.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ No comí manjares delicados; ni carne ni vino entraron en mi boca; y no me ungí hasta que se cumplieron las tres semanas.

Daniel 10:3 Referans Kwoze

2 Samuel 19:24

También Mefi-boset hijo de Saúl descendió a recibir al rey; no había lavado sus pies ni cortado su barba. Tampoco había lavado sus vestidos desde el día en que salió el rey hasta el día en que volvió en paz.

Job 33:20

Entonces su vida aborrece el pan y su alma la comida suave.

Daniel 10:12

Entonces me dijo: “Daniel, no temas, porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido.

Daniel 11:8

Y aun a los dioses de ellos, sus imágenes fundidas y sus objetos preciosos de plata y de oro, llevará cautivos a Egipto; y durante años se mantendrá él alejado del rey del norte.

Daniel 6:18

Luego el rey se fue a su palacio, y se acostó en ayunas; no trajeron ante él instrumentos musicales, y se le fue el sueño.

Amós 5:11

Por tanto, puesto que humilláis al pobre y recibís de él carga de trigo, no habitaréis las casas de piedra labrada que edificasteis ni beberéis del vino de las hermosas viñas que plantasteis.

Nahúm 2:9

¡Saquead plata, saquead oro! ¡Hay riquezas sin fin, y toda clase de objetos suntuosos y codiciables!

Mateo 6:17

Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro,

Lucas 7:46

No ungiste mi cabeza con aceite; pero ella ha ungido con perfume mis pies.

1 Corintios 9:27

sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.