2 Samuel 21:3 - Biblia Reina Valera 1995

³ Preguntó, pues, David a los gabaonitas: —¿Qué puedo hacer por vosotros, o qué satisfacción debo daros para que bendigáis la heredad de Jehová?

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³ Dijo, pues, David a los gabaonitas: ¿Qué haré por vosotros, o qué satisfacción os daré, para que bendigáis la heredad de Jehová?

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ David les preguntó: —¿Qué puedo hacer por ustedes? ¿Cómo puedo compensarlos para que ustedes vuelvan a bendecir al pueblo del Señor?

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ y les dijo: '¿Qué tenemos que hacer como reparación para que ustedes bendigan la herencia de Yavé?'

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Dijo pues David a los gabaonitas: ¿Qué puedo hacer por vosotros, y con qué os haré compensación para que bendigáis la heredad de YHVH?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Dijo, pues, David a los gabaonitas: '¿Qué queréis que haga por vosotros? ¿Qué expiación puedo ofrecer para que vosotros bendigáis la heredad de Yahveh?'.

2 Samuel 21:3 Referans Kwoze

2 Samuel 20:19

Somos de las más pacíficas y fieles ciudades de Israel. ¡Y tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel! ¿Por qué destruyes la heredad de Jehová?

Éxodo 32:30

Aconteció que al día siguiente dijo Moisés al pueblo: —Vosotros habéis cometido un gran pecado, pero yo subiré ahora a donde está Jehová; quizá le aplacaré acerca de vuestro pecado.

Levítico 1:4

Pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y le será aceptado como expiación.

Jonás 1:11

Como el mar se embravecía cada vez más, le preguntaron: —¿Qué haremos contigo para que el mar se nos aquiete?

Hebreos 9:22

Y según la Ley, casi todo es purificado con sangre; y sin derramamiento de sangre no hay remisión.

1 Samuel 2:25

Si peca el hombre contra el hombre, los jueces lo juzgarán; pero si alguno peca contra Jehová, ¿quién rogará por él?» Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir.

1 Samuel 26:19

Ruego, pues, que el rey mi señor oiga ahora las palabras de su siervo. Si es Jehová quien te instiga contra mí, que acepte él la ofrenda; pero si son los hombres, malditos sean ellos en presencia de Jehová, porque me han expulsado hoy para que no tenga parte en la heredad de Jehová, diciéndome: “Ve y sirve a dioses ajenos”.