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1 Samuel 4:3 - Biblia Reina Valera 1995

3 Cuando volvió el pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron: «¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Vayamos a Silo y traigamos el Arca del pacto de Jehová, para que, estando en medio de nosotros, nos salve de manos de nuestros enemigos.» El término «cananeo» se aplica al pueblo que vive en las tierras al extremo este del mar Mediterráneo a partir del año 2000 a.C. En la época de la invasión israelita bajo Josué, Canaán estaba habitada por un gran número de estados independientes. Cada uno de estos estados era una ciudad amurallada, con su propia familia real y su palacio. Comerciantes Los cananeos que vivían en la costa eran grandes comerciantes (tanto, que el término «cananeo» llegó a significar, en hebreo, «mercader»). Los puertos más importantes eran Tiro, Sidón, Beritus (actual Beirut) y Gebal (a la que los griegos llamaron Biblos). Todos estaban en el actual Líbano (véase). Los barcos de estas regiones llevaban madera de cedro, aceite, vino y otros productos a Egipto, Creta y Grecia (cf.; ; ). A Canaán regresaban con lino egipcio y artesanía griega. Biblos era un importante centro de importación de papiro. (Por eso los libros hechos de papiro recibieron el nombre de «biblia», la misma palabra con la que designamos el libro sagrado de los cristianos.) Hábiles artesanos La artesanía cananea y fenicia había alcanzado renombre en la época del rey Salomón (véase). Desde el Líbano, por la costa, se envió cedro del Líbano para la construcción del templo de Jerusalén; Hiram de Tiro, experto trabajador del bronce, ayudó a Salomón en la construcción del Templo (; ). El alfabeto Los babilonios y egipcios habían diseñado sistemas de escritura basados en dibujos; los primeros en desarrollar un alfabeto fueron los cananeos. Ellos escogieron un objeto diferente para representar cada consonante y usaban esos trazos para representar sonidos. Así, nosotros decimos «p de puerta»; ellos dirían «el dibujo de una puerta representa la p». Escogieron cosas conocidas (toro, camello, puerta, mano) para representar las diferentes letras. De allí nació el alefato (de«cabeza de toro», y«una casa») o alfabeto. Baal y Astarté Los israelitas admiraban la destreza de los cananeos. Pero se les ordenó no adoptar nunca la religión cananea (). Tristemente, pronto empezaron a adorar a Baal, y ocurrió todo tipo de desastres. Baal era el dios del clima, de la fertilidad y de la guerra. Una de sus esposas, Astarté, era la diosa del amor y de la guerra. Anat, la más importante de las consortes de Baal (según otros textos), se representaba como una diosa brutal y sanguinaria. Las festividades religiosas cananeas sacaban a la luz lo peor de la naturaleza humana (incluyendo el sacrificio de niños). (Véasey la tabla). La invasión de la «Gente del mar» Cerca del año 1200 a.C., quizá poco después de la conquista de Canaán por los hebreos, varios grupos conocidos como la «Gente del mar» invadieron la parte este del Mediterráneo. Arrasaron la costa, extendiendo el terror hasta las fronteras de Egipto. Allí, las fuerzas egipcias los derrotaron. Uno de aquellos grupos, los filisteos, se asentaron en la región costera del sur de Canaán, cerca de la frontera con Egipto. Artesanía y hierro Desde la época de los jueces hasta el reinado de David (véase), los israelitas y los ifilisteos combatieron por la tierra. Los filisteos llegaron, probablemente, de Creta (véase). Llevaron consigo la artesanía griega, cretense y chipriota. Aún más importante, tenían especial habilidad en la forja de metales, especialmente el hierro. Este monopolio les dio ventaja en la guerra, pues las armas de hierro son más fuertes que las de cobre o bronce. Los israelitas tuvieron que pedir a los filisteos que les afilaran las herramientas de hierro (). Las cinco ciudades Los filisteos tenían cinco ciudades importantes (conocidas como la Pentápolis filistea), cada una con su rey y su templo. Estas ciudades eran: Asdod, Ecrón, Gat, Gaza y Ascalón (véase;).

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Biblia Reina Valera 1960

3 Cuando volvió el pueblo al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy Jehová delante de los filisteos? Traigamos a nosotros de Silo el arca del pacto de Jehová, para que viniendo entre nosotros nos salve de la mano de nuestros enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Terminada la batalla, las tropas se retiraron a su campamento, y los ancianos de Israel se preguntaban: «¿Por qué permitió el Señor que los filisteos nos derrotaran?». Después dijeron: «Traigamos de Silo el arca del pacto del Señor. Si la llevamos con nosotros a la batalla, nos salvará de nuestros enemigos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel se preguntaron: '¿Por qué Yavé nos aplastó hoy ante los filisteos? ¡Vamos a Silo y traigamos el arca de Dios! Que esté aquí con nosotros y que nos salve de nuestros enemigos'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Cuando el pueblo regresó al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha herido hoy YHVH ante los filisteos? Traigámonos el Arca del Pacto de YHVH desde Silo, para que Él pueda estar entre nosotros y salvarnos de mano de nuestros enemigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Volvió el ejército al campamento, y los ancianos de Israel se preguntaron: '¿Por qué Yahveh nos ha derrotado hoy ante los filisteos? Vamos a traer de Siló el arca de la alianza de Yahveh, para que venga en medio de nosotros y nos salve de la mano de nuestros enemigos'.

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1 Samuel 4:3
34 Referans Kwoze  

Pero dijo el rey a Sadoc: —Haz volver el Arca de Dios a la ciudad. Si hallo gracia ante los ojos de Jehová, él hará que vuelva y vea el Arca y su Tabernáculo.


Viviendo ya David en su casa, dijo al profeta Natán: —Mira, yo habito en casa de cedro, mientras el Arca del pacto de Jehová está bajo cortinas.


¿Por qué, Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?


¿Por qué retraes tu mano? ¿Por qué escondes tu diestra en tu seno?


Así dijo Jehová: «¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿O quiénes son mis acreedores, a quienes yo os he vendido? He aquí que por vuestras maldades habéis sido vendidos y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre.


Dicen: “¿Por qué ayunamos y no hiciste caso, humillamos nuestras almas y no te diste por entendido?” He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio interés y oprimís a todos vuestros trabajadores.


He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha endurecido su oído para oír;


pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios y vuestros pecados han hecho que oculte de vosotros su rostro para no oíros.


Y acontecerá que cuando os multipliquéis y crezcáis en la tierra, en esos días, dice Jehová, no se dirá más: ‘¡Arca del pacto de Jehová!’ No vendrá al pensamiento ni se acordarán de ella, no la echarán de menos ni será hecha de nuevo.


No fiéis en palabras de mentira, diciendo: ‘¡Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es este!’


Así partieron del monte de Jehová para una jornada de tres días. El Arca del pacto de Jehová fue delante de ellos los tres días de camino, buscándoles un lugar de descanso.


Cuando el Arca se movía, Moisés decía: «¡Levántate, Jehová! ¡Que sean dispersados tus enemigos y huyan de tu presencia los que te aborrecen!»


Moisés los envió a la guerra; mil de cada tribu envió. Finees, hijo del sacerdote Eleazar, fue a la guerra con los vasos del santuario y con las trompetas en sus manos para tocar.


Más aún, todas las naciones preguntarán: “¿Por qué hizo esto Jehová a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de esta gran ira?”


«Tomad este libro de la Ley y ponedlo al lado del Arca del pacto de Jehová, vuestro Dios; que esté allí como testigo contra ti.


que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella. A esos, evítalos.


Allí había un incensario de oro y el Arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que había una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció y las tablas del pacto.


les responderéis: “Las aguas del Jordán fueron divididas delante del Arca del pacto de Jehová; cuando ella pasó el Jordán, las aguas del Jordán se dividieron, y estas piedras servirán de monumento conmemorativo a los hijos de Israel para siempre.”»


Josué hijo de Nun llamó a los sacerdotes y les dijo: «Tomad el Arca del pacto, y que siete sacerdotes lleven bocinas de cuerno de carnero delante del Arca de Jehová.»


Josué decía: —¡Ah, Señor Jehová! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos en manos de los amorreos y que nos destruyan? ¡Ojalá nos hubiéramos quedado al otro lado del Jordán!


¡Ay, Señor! ¿qué diré, ahora que Israel le ha vuelto la espalda a sus enemigos?


El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias del cuerpo, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) mediante la resurrección de Jesucristo,


Quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron.


Después que lo destetó, y siendo el niño aún muy pequeño, lo llevó consigo a la casa de Jehová en Silo, con tres becerros, un efa de harina y una vasija de vino.


Entonces Saúl dijo a Ahías: «Trae el Arca de Dios.» Porque el Arca de Dios estaba entonces con los hijos de Israel.


Los filisteos presentaron batalla a Israel, y trabándose el combate, Israel fue vencido delante de los filisteos, los cuales hirieron en el campo de batalla como a cuatro mil hombres.


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