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Números 30:3 - Biblia Palabra de Dios para Todos

3 »Puede darse el caso de que una joven que todavía viva en casa de sus padres haga una promesa al SEÑOR o se comprometa a algo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

3 Mas la mujer, cuando hiciere voto a Jehová, y se ligare con obligación en casa de su padre, en su juventud;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 »Si una mujer joven hace un voto al Señor o una promesa bajo juramento, mientras todavía vive en la casa de su padre,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Esto es lo que ha ordenado Yavé: Si un hombre hace un voto a Yavé o se compromete con juramento, no faltará a su palabra, sino que cumplirá todo lo que ha prometido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Asimismo, si una mujer hace un voto a YHVH, y se impone una obligación en su juventud estando en casa de su padre,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 si un hombre hace voto a Yahveh, o mediante juramento se impone a sí mismo una obligación, no violará su palabra; deberá cumplir todo lo que haya prometido.

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Números 30:3
10 Referans Kwoze  

Sedequías llegó incluso a rebelarse contra el rey Nabucodonosor, aunque él lo había hecho jurar por Dios que le sería leal. Se puso muy terco, endureció su corazón y no quiso volver al SEÑOR, Dios de Israel.


Así que haz una ofrenda de agradecimiento a Dios y cumple lo que le has prometido.


«Dile al pueblo de Israel que si alguien hace una promesa extraordinaria de dar al SEÑOR el equivalente al valor de una persona,


que cuando un hombre haga una promesa al SEÑOR, o se comprometa a algo bajo juramento, no deberá romper su palabra sino que cumplirá todo lo que dijo.


Si el papá se entera de su promesa y no le dice nada, entonces tendrá que cumplir su promesa,


«Diles a los israelitas que si un hombre o una mujer hace la promesa de dedicarse al SEÑOR como nazareo,


Las mujeres deben guardar silencio durante las reuniones, porque no les está permitido hablar. Deben estar sumisas, como dice la ley.


Pero los israelitas no los atacaron, porque los líderes de la congregación les habían hecho un juramento por el SEÑOR, Dios de Israel. Aunque toda la gente se quejaba de los líderes,


Cuando Jefté vio a su hija que salía primero, se desgarró la ropa, y dijo: —¡Hija mía, me has destrozado! ¡Me estás causando una gran tristeza! ¡Le hice una promesa al SEÑOR y no puedo romperla!


Le hizo una promesa a Dios: «SEÑOR Todopoderoso, mira lo triste que estoy. ¡Acuérdate de mí! No me olvides. Si me concedes un hijo, te lo entregaré a ti. Será un nazareo: no beberá vino ni bebidas embriagantes, y nunca se cortará el cabello».


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