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Números 24:7 - Biblia Palabra de Dios para Todos

7 Los cántaros de los israelitas rebosarán de agua, sus semillas recibirán agua abundante. Su rey será más grande que Agag, y su reino será grandioso.

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Biblia Reina Valera 1960

7 De sus manos destilarán aguas, Y su descendencia será en muchas aguas; Enaltecerá su rey más que Agag, Y su reino será engrandecido.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Agua fluirá de sus cántaros; su descendencia tendrá toda la que necesite. Su rey será más grande que Agag; su reino será exaltado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 ¡Se rebalsa el agua de sus dos baldes, su simiente está bien regada, su rey es más poderoso que Agag, y su reino crece todavía!

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 De sus cántaros fluyen aguas, Y su descendencia, en muchas aguas, Más exaltado que Agag será su rey, Y enaltecido su reino.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 El agua de sus dos cubos rebosa, y su sementera es en aguas copiosas; más poderoso que Agag es su rey, y su realeza crece en poder.

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Números 24:7
29 Referans Kwoze  

David se dio cuenta que realmente el SEÑOR lo había puesto como rey de Israel y que había hecho que su reino fuera importante por consideración a su pueblo Israel.


Salomón dominaba todos los reinos, desde el río Éufrates hasta la tierra de los filisteos y hasta el territorio de Egipto. Los reyes de estos países le llevaban tributo a Salomón y lo sirvieron toda su vida.


El rey Hiram de Tiro siempre había sido amigo de David. Así que cuando Hiram oyó que se había consagrado a Salomón como rey en lugar de su papá David, mandó a sus siervos a Salomón.


David se dio cuenta de que realmente el SEÑOR lo había puesto como rey de Israel y había hecho que su reino fuera importante por consideración a su pueblo Israel.


Pero hubo también en Jerusalén reyes poderosos que controlaron a Jerusalén y a toda la provincia al occidente del río Éufrates. A ellos se les pagaban tributos, impuestos y rentas.


Pasado algún tiempo, el rey Jerjes le concedió un ascenso a Amán hijo de Hamedata, el descendiente de Agag. El rey dio a Amán un cargo mucho más alto que el de cualquiera de los otros funcionarios.


Tú me salvaste de conflictos militares, me pusiste a cargo de naciones. Gente que yo no conocí antes, ahora me sirve.


¡Alaben al SEÑOR en la gran asamblea! ¡Alaben a Dios, hijos de Israel!


Que todos los reyes se inclinen ante él; que todas las naciones sean sus servidoras.


Yo lo convertiré en mi hijo mayor, será el rey más grande de la tierra.


En los últimos días, el monte del templo del SEÑOR será la montaña más exaltada. Se levantará sobre todos los montes, y los rostros de la gente brillarán de alegría.


El día que suceda la gran masacre y caigan las torres, habrá manantiales y ríos en todo monte alto y en cada colina elevada.


»Escucha lo que te voy a decir, familia de Jacob, a quien se le llama por el nombre de Israel. Tú desciendes de Judá, juras usando el nombre del SEÑOR, adoras al Dios de Israel, pero no honestamente ni con sinceridad.


La grandeza de su autoridad y paz no tendrá fin. Reinará en el trono y en el reino de David. Lo establecerá y sostendrá con la justicia y el derecho desde ahora y para siempre. Todo esto será posible, debido al amor intenso del SEÑOR Todopoderoso.


Tú que habitas junto a las muchas aguas y tienes grandes tesoros, tu fin ha llegado, es el final de tu existencia.


Y durante ese tiempo, el Dios del cielo creará un reino eterno que no podrá ser destruido. Ese reino no quedará en manos de extraños. Al contrario, ese reino destruirá y superará a todos los demás reinos. ¡Es un reino que durará para siempre!


Luego Balán dirigió su mirada hacia Amalec y le pronunció este refrán: «Amalec fue la más importante de las naciones, pero su fin será la destrucción total».


Natanael respondió: —Maestro, ¡Tú eres el Hijo de Dios, el rey de Israel! Jesús contestó:


El séptimo ángel tocó la trompeta y se oyeron fuertes voces que decían: «El reino del mundo es ahora el reino de nuestro Señor y de su Mesías, y él reinará por siempre».


Luego, vino uno de los siete ángeles que tenía las siete copas y me dijo: «Ven, te voy a mostrar el castigo que recibirá la gran prostituta que está sentada a la orilla de muchas aguas.


Entonces, el ángel me dijo: «Los ríos donde estaba sentada la prostituta, representan a todas las personas, razas, naciones y lenguas.


Este nombre estaba escrito en su ropa y en su muslo: Rey de reyes y Señor de señores.


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