43 Los amalecitas y los cananeos estarán allí para enfrentarlos. Ustedes morirán en batalla porque se han vuelto contra el SEÑOR. El SEÑOR no estará con ustedes.
43 Porque el amalecita y el cananeo están allí delante de vosotros, y caeréis a espada; pues por cuanto os habéis negado a seguir a Jehová, por eso no estará Jehová con vosotros.
43 Porque el amalecita y el cananeo están esperando° allí contra vosotros, y caeréis a espada, por cuanto os volvisteis de seguir a YHVH. YHVH no estará con vosotros.
43 Porque los amalecitas y los cananeos están ahí, ante vosotros, y caeréis a espada, pues os habéis apartado de Yahveh, y Yahveh no estará ya más con vosotros'.
»Salomón, hijo mío, a ti te pido que reconozcas la autoridad del Dios de tu papá. Te pido que siempre le sirvas con un corazón puro y un espíritu entusiasta, porque el SEÑOR siempre mira el corazón y conoce todos los pensamientos de los hombres. Si lo buscas, él dejará que lo encuentres. Pero si lo abandonas, él te rechazará para siempre.
Entonces él fue a ver a Asá y le dijo: «¡Escúchame, Asá y todo Judá y Benjamín! El SEÑOR está con ustedes si ustedes siguen estando con él. Si lo buscan, lo encontrarán, pero si lo abandonan, él los abandonará a ustedes.
Me pondré en contra de ustedes y sus enemigos los derrotarán. Los gobernarán aquellos que los odian y ustedes vivirán tan asustados que correrán aunque nadie los esté persiguiendo.
Los amalecitas viven en la tierra del Néguev; los hititas, jebuseos y los amorreos viven en la zona montañosa, y los cananeos viven al lado del mar y a lo largo del río Jordán.
Pero ellos arrogantemente fueron a la parte más alta de la zona montañosa. Hicieron eso a pesar de que ni el cofre del pacto del SEÑOR ni Moisés habían salido del campamento.
»El SEÑOR permitirá que seas derrotado por tus enemigos. Saldrás en contra de ellos en una dirección, pero huirás de ellos en siete direcciones. Toda la gente en la tierra sentirá temor al ver todo el mal que te suceda.
Por eso los israelitas no son capaces de enfrentar a sus enemigos, sino que huyen de ellos porque han actuado mal y han sido condenados a la destrucción. Yo no voy a ayudarles más, a menos que destruyan todo lo que les ordené que fuera destruido.
Entonces Dalila dijo: —¡Sansón, te atacan los filisteos! Sansón se despertó y creyó que podía escapar como las veces anteriores, pero esta vez Sansón no sabía que el SEÑOR lo había abandonado.