Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Lucas 5:8 - Biblia Palabra de Dios para Todos

8 Al ver esto Simón Pedro se arrodilló delante de Jesús y le dijo: —¡Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador!

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Cuando Simón Pedro se dio cuenta de lo que había sucedido, cayó de rodillas delante de Jesús y le dijo: —Señor, por favor, aléjate de mí; soy un hombre tan pecador.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Al ver esto, Simón Pedro se arrodilló ante Jesús, diciendo: 'Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Al verlo Simón Pedro, se postró a los pies de Jesús, y dijo: ¡Apártate de mí Señor, que soy hombre pecador!

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Cuando Simón Pedro vio esto se echó a los pies de Jesús, diciéndole: 'Apártate de mí, Señor, que soy hombre pecador'.

Gade chapit la Kopi




Lucas 5:8
19 Referans Kwoze  

Ese día David sintió miedo del SEÑOR y pensó: «Es mejor que no me lleve el cofre del SEÑOR».


La mujer entonces le dijo a Elías: —Tú eres un hombre de Dios. ¿Me puedes ayudar? ¿O viniste aquí solo para recordarme mis pecados y matar a mi hijo?


«Verdaderamente yo soy poca cosa. ¿Qué puedo responderte? Soy muy poca cosa para hablar; me tapo la boca con la mano.


Luego le dijeron a Moisés: —Si quieres hablar con nosotros, te escucharemos. Pero, por favor, no dejes que Dios nos hable; porque si lo hace, moriremos.


Entonces yo exclamé: «¡Pobre de mí! Ya me doy por muerto porque mis labios son impuros, vivo en medio de un pueblo de labios impuros y, sin embargo, he visto al Rey, al SEÑOR Todopoderoso».


Cuando los seguidores oyeron esto, se asustaron tanto que cayeron al suelo.


Entraron en la casa y vieron al niño con María, su mamá; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y sacaron unos regalos para él: oro, incienso y mirra.


El capitán le contestó: —Señor, no merezco que vayas a mi casa, pero tan solo da la orden y mi siervo quedará sanado.


Entonces les hicieron señales a sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos fueron y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.


Es que él y todos sus compañeros se llenaron de asombro por la gran pesca que habían hecho.


Cuando María llegó a donde estaba Jesús, se postró a sus pies y le dijo: —Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.


Sucede lo mismo con nosotros. Ahora vemos todo como el reflejo tenue de un espejo oscuro, pero cuando llegue lo perfecto, nos veremos con Dios cara a cara. Ahora mi conocimiento es parcial, pero luego mi conocimiento será completo. Conoceré a Dios tal como él me conoce a mí.


Al verlo, caí a sus pies como muerto. Luego, él puso su mano derecha sobre mí y dijo: «No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último.


Manoa le dijo a su esposa: —¡Hemos visto a Dios! Seguramente vamos a morir por eso.


Dijeron: «No hay ningún sacerdote que cuide este cofre. ¿No se lo podría llevar a otra parte?»


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite