Lucas 5:7 - Biblia Palabra de Dios para Todos

⁷ Entonces les hicieron señales a sus compañeros de la otra barca para que los ayudaran. Ellos fueron y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

⁷ Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ Un grito de auxilio atrajo a los compañeros de la otra barca, y pronto las dos barcas estaban llenas de peces y a punto de hundirse.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ Entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarles. Vinieron y llenaron tanto las dos barcas, que por poco se hundían.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ E hicieron señas a los compañeros en la otra barca para que vinieran° a ayudarles. Y fueron y llenaron ambas barcas, hasta tal punto que se hundían.°

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarles; acudieron y llenaron tanto las dos barcas que casi se hundían.

Lucas 5:7 Referans Kwoze

Éxodo 23:5

»Si ves a un burro caído porque va cargando mucho peso, detente y ayúdalo, no importa que el dueño sea enemigo tuyo.

Proverbios 18:24

Se pasa bien compartiendo con los amigos, y un verdadero amigo es mejor que un hermano.

Marcos 4:36

Ellos dejaron a la multitud y se fueron con Jesús en la barca donde él estaba. También había otras barcas junto a ellos.

Lucas 5:6

Así lo hicieron y atraparon tantos peces que las redes se rompían.

Lucas 5:8

Al ver esto Simón Pedro se arrodilló delante de Jesús y le dijo: —¡Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador!

Hechos 11:25

Entonces Bernabé fue a la ciudad de Tarso a buscar a Saulo.

Gálatas 6:2

Ayúdense cuando se encuentren en problemas, pues así estarán cumpliendo la ley de Cristo.

Filipenses 4:3

Y también te pido a ti, que has sido mi leal compañero, que las ayudes, pues ellas lucharon conmigo, Clemente y mis otros compañeros para difundir la buena noticia de salvación. El nombre de cada uno de ellos ya está escrito en el libro de la vida.