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Lucas 5:17 - Biblia Palabra de Dios para Todos

17 Un día Jesús estaba enseñando, y unos fariseos y maestros de la ley estaban sentados allí. Habían venido de todos los pueblos de Galilea, Judea y de Jerusalén. El Señor le daba poder a Jesús para sanar a la gente.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Cierto día, mientras Jesús enseñaba, algunos fariseos y maestros de la ley religiosa estaban sentados cerca. (Al parecer, esos hombres habían llegado de todas las aldeas de Galilea y Judea, y también de Jerusalén). Y el poder sanador del Señor estaba presente con fuerza en Jesús.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Un día Jesús estaba enseñando, y había allí entre los asistentes unos fariseos y maestros de la Ley que habían venido de todas partes de Galilea, de Judea e incluso de Jerusalén. El poder del Señor se manifestaba ante ellos, realizando curaciones.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 En uno de aquellos días, aconteció que° estaba enseñando, y había allí sentados unos fariseos y doctores de la ley, los cuales habían llegado de todas las aldeas de Galilea y de Judea, y de Jerusalem, y el poder del Señor estaba en Él para sanar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Un día, mientras él enseñaba, estaban allí sentados algunos fariseos y doctores de la ley, que habían venido de todas las aldeas de Galilea y de Judea y de Jerusalén. Una fuerza del Señor le asistía para curar.

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Lucas 5:17
20 Referans Kwoze  

Los ciegos ven, los cojos caminan, los que tienen enfermedades de la piel han sido limpiados de su impureza, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia.


Después de esto, vinieron de Jerusalén algunos fariseos y maestros de la ley. Se acercaron a Jesús y le preguntaron:


Pero el hombre fue y empezó a divulgar la noticia de lo que había pasado. Por eso Jesús no podía entrar en ningún pueblo sin llamar la atención. Tenía que quedarse en lugares solitarios, y la gente de todas partes acudía a él.


También tomarán serpientes en las manos y si llegan a tomar veneno, no les hará daño. Además podrán sanar a los enfermos tocándolos con las manos».


Los maestros de la ley que venían de Jerusalén decían: «¡Beelzebú está con él! Él expulsa a los demonios por el poder del jefe de los demonios».


En ese momento Jesús se dio cuenta de que había salido poder de él. Se detuvo, dio vuelta y preguntó: —¿Quién me tocó el manto?


Los fariseos y algunos maestros de la ley que vinieron desde Jerusalén se reunían con Jesús.


Los fariseos y los expertos de la ley empezaron a quejarse: «Este hombre recibe bien a los pecadores, y hasta come con ellos».


Después de tres días lo encontraron en el área del templo, sentado con los maestros. Los estaba escuchando y les hacía preguntas.


Entonces los maestros de la ley y los fariseos se dijeron: «¿Quién es este hombre? Lo que dice es una ofensa a Dios. El único que puede perdonar pecados es Dios».


Los fariseos y los maestros de la ley se quejaron con los seguidores de Jesús: —¿Por qué beben y comen con cobradores de impuestos y pecadores?


Toda la gente quería tocarlo porque de él salía poder para sanar a todos.


Pero los fariseos y los expertos de la ley rechazaron el plan de Dios para ellos, y no permitieron que Juan los bautizara.


Sin embargo, Jesús insistió: —Alguien me tocó. Sentí que salió poder de mí.


Jesús le contestó: —¿Eres tú un maestro importante del pueblo de Israel y sin embargo no lo entiendes?


Pero el que practica la verdad se acerca a la luz para que muestre que sus hechos se hicieron por obra de Dios.


Dios hacía grandes milagros por medio de Pablo.


Al mismo tiempo, extiende tu mano para sanar a los enfermos y realizar señales milagrosas por el poder de tu santo siervo Jesús».


En la reunión estaba un fariseo, llamado Gamaliel, maestro de la ley y respetado por todo el pueblo. Él se puso de pie y pidió que retiraran por un momento a los apóstoles de la reunión,


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