Lucas 15:30 - Biblia Palabra de Dios para Todos

³⁰ En cambio, cuando llega ese hijo tuyo, que ha malgastado tu dinero con prostitutas, haces matar para él el mejor ternero”.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³⁰ Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁰ Sin embargo, cuando este hijo tuyo regresa después de haber derrochado tu dinero en prostitutas, ¡matas el ternero engordado para celebrar!”.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁰ Pero ahora que vuelve ese hijo tuyo que se ha gastado tu dinero con prostitutas, haces matar para él el ternero gordo.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁰ pero cuando regresó este hijo tuyo, que consumió tu hacienda con prostitutas, mataste para él el becerro gordo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁰ pero, cuando llega ese hijo tuyo que ha devorado tus bienes con prostitutas, has mandado matar para él el ternero cebado'.

Lucas 15:30 Referans Kwoze

Éxodo 32:11

Moisés le rogó al SEÑOR su Dios y le dijo: —Oh SEÑOR, ¿por qué vas a descargar tu ira contra tu pueblo, el que tú mismo sacaste de Egipto demostrando tu gran poder?

Éxodo 32:7

El SEÑOR le dijo a Moisés: —Baja, porque el pueblo que sacaste de Egipto cometió un terrible pecado.

Proverbios 29:3

El que ama la sabiduría hace feliz al papá, pero el que anda con prostitutas derrocha sus bienes.

Marcos 12:44

Porque los demás dieron de lo que les sobraba, pero ella, a pesar de su pobreza, entregó todo lo que tenía para vivir.

Lucas 15:29

Pero él le respondió a su padre: “Yo he trabajado para ti todos estos años, no he dejado de obedecerte, y nunca me has dado ni un cabrito para celebrar con mis amigos.

Lucas 15:31

»El padre le dijo: “Hijo mío, tú siempre estás conmigo y todo lo que tengo es tuyo.

Lucas 15:32

Pero tenemos que celebrar y estar felices, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a vivir, estaba perdido y ha sido encontrado”».

Lucas 18:11

El fariseo, puesto de pie, se puso a orar consigo mismo así: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás. No soy como los ladrones, los injustos, los que cometen el pecado de adulterio, ni tampoco como este cobrador de impuestos.