Lucas 10:35 - Biblia Palabra de Dios para Todos

³⁵ Al siguiente día, el samaritano le dio dos monedas de plata al encargado de la posada y le dijo: “Cuídalo, y si se necesita más, te pagaré cuando regrese”.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

³⁵ Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁵ Al día siguiente, le dio dos monedas de plata al encargado de la posada y le dijo: “Cuida de este hombre. Si los gastos superan esta cantidad, te pagaré la diferencia la próxima vez que pase por aquí”.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁵ Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole: 'Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi vuelta.

La Biblia Textual 3a Edicion

³⁵ Y al día siguiente, al partir, sacó dos denarios, los dio al mesonero, y le dijo: Cuídalo, y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁵ Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al posadero diciéndole: 'Cuida de él; y lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando vuelva'.

Lucas 10:35 Referans Kwoze

Proverbios 19:17

Ayudar al pobre es hacerle un préstamo al SEÑOR; Dios mismo te recompensará.

Mateo 18:28

»Cuando este siervo se fue, se encontró con un compañero que le debía 100 monedas de plata. Entonces el siervo a quien el rey había perdonado agarró al otro del cuello y le dijo: “¡Págame lo que me debes!”

Mateo 20:2

Se puso de acuerdo con ellos en el pago por un día de trabajo y los envió a trabajar a su viñedo.

Lucas 10:34

Entonces se acercó al hombre, derramó aceite y vino en las heridas y las vendó. Luego lo montó en su animal de carga y lo llevó a una pequeña posada donde lo cuidó.

Lucas 10:36

¿Cuál de los tres crees tú que fue el semejante del hombre que estaba medio muerto en el camino?

Lucas 14:13

En lugar de eso, cuando hagas una fiesta, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos.

Romanos 16:23

Gayo, quien me aloja y permite que toda la iglesia se reúna en su casa, los saluda. Erasto, el director de obras públicas de la ciudad, y Cuarto, nuestro hermano, también los saludan.