21 El sacerdote llevará ese ternero fuera del campamento y lo quemará tal como se hace con el otro ternero porque este es el sacrificio de purificación del pecado ofrecido por toda la comunidad.
21 Después el sacerdote debe tomar todo lo que quede del becerro, llevarlo fuera del campamento y quemarlo allí, así como lo hace con la ofrenda por el pecado del sumo sacerdote. Esta ofrenda es por el pecado de toda la congregación de Israel.
Luego, los judíos que regresaron del cautiverio ofrecieron al Dios de Israel sacrificios que deben quemarse completamente: doce toros por todo Israel, 96 carneros, 77 corderos y doce chivos como sacrificio por el pecado. Todos fueron ofrecidos como sacrificio que debe quemarse completamente al SEÑOR.
»Luego degollará el chivo del sacrificio de purificación del pecado del pueblo, traerá su sangre adentro del velo y manipulará su sangre como lo hizo con la sangre del toro; lo rociará sobre la tapa del cofre y delante de ella.
Aarón colocará las manos con fuerza sobre la cabeza del chivo, confesará todas las maldades, rebeliones y pecados de los israelitas y así Aarón pondrá los pecados del pueblo sobre la cabeza del chivo. Luego, enviará lejos al animal, al desierto, por medio de un hombre encargado
»El ternero y el chivo que fueron degollados como sacrificios para purificar del pecado, y cuya sangre fue llevada al Lugar Santísimo para hacer la purificación, se sacarán del campamento y afuera quemarán la piel, la carne y los desechos.
»Puede darse el caso de que toda la comunidad de Israel cometa sin intención un pecado y que nadie se dé cuenta de que han hecho algo contra los mandamientos del SEÑOR, y por lo tanto son culpables.
Se hará con este ternero exactamente lo mismo que se hizo con el ternero del sacrificio de purificación previo. De esta manera el sacerdote purificará del pecado del pueblo la Carpa de Reunión y el altar del incienso. Y Dios los perdonará. Así el sacerdote hará la ceremonia de purificación por ellos para que puedan ser perdonados.
Si la comunidad peca sin querer, entonces toda la comunidad deberá ofrecer un ternero como sacrificio que debe quemarse completamente, de olor agradable al SEÑOR, con su correspondiente ofrenda de cereal y su ofrenda de vino, tal como está ordenado, y un chivo como sacrificio por el pecado.
Aunque Cristo no tenía ningún pecado, Dios lo hizo cargar con los nuestros para que por medio de él fuéramos la evidencia de que Dios está dispuesto a dar su aprobación a los seres humanos.
El sumo sacerdote lleva la sangre de un animal al Lugar Santísimo. Ofrece la sangre por los pecados, pero el cuerpo de esos animales se quema fuera del campamento.