Apenas terminó este mensaje, se cumplió todo lo que decía. Nabucodonosor fue alejado de la gente y empezó a comer pasto como el ganado. Su cuerpo se empapó con el rocío. Le creció el pelo hasta que parecía que tuviera plumas de águila, y las uñas le crecieron tanto que parecían las garras de un ave.
»El ternero y el chivo que fueron degollados como sacrificios para purificar del pecado, y cuya sangre fue llevada al Lugar Santísimo para hacer la purificación, se sacarán del campamento y afuera quemarán la piel, la carne y los desechos.
los sacará fuera del campamento, a un lugar limpio, al vertedero de ceniza, le echará leña y los quemará. Ahí, en el vertedero de ceniza, se quemará el ternero.
El ángel le contestó: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso al niño santo que va a nacer se le llamará Hijo de Dios.
Según el plan de Dios Padre, él los eligió de antemano y los purificó por medio del Espíritu para que lo obedezcan y sean rociados con la sangre de Jesucristo. Que Dios les dé abundantemente de su generoso amor y paz.