Jueces 3:3 - Biblia Palabra de Dios para Todos3 Quedaron los cinco jefes de los filisteos, todos los cananeos, la gente de Sidón y los heveos que vivían en los montes del Líbano, desde el monte Baal Hermón hasta Lebó Jamat. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19603 los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos, los sidonios, y los heveos que habitaban en el monte Líbano, desde el monte de Baal-hermón hasta llegar a Hamat. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente3 Estas son las naciones: los filisteos (que vivían bajo el dominio de los cinco gobernantes filisteos), todos los cananeos, los sidonios, y los heveos que vivían en las montañas del Líbano, desde el monte Baal-hermón hasta Lebo-hamat. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)3 Así fue como quedaron los cinco príncipes de los filisteos, todos los cananeos y los sidonios, y también los jeveos que viven en la montaña del Líbano, desde la montaña de Baal-Hermón hasta la Entrada de Hamat. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion3 Los cinco jefes° filisteos, todos los cananeos, los sidonios, y los heveos, los cuales habitaban en la serranía del Líbano, desde el monte Baal-hermón hasta el paso de Hamat. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19753 los cinco príncipes de los filisteos y todos los cananeos, los sidonios y los jiveos que habitan la montaña del Líbano, desde el monte Baal Hermón hasta la entrada de Jamat. Gade chapit la |
En esa ocasión Salomón celebró la fiesta por siete días, y con él una asamblea muy grande de todo Israel, desde el paso de Jamat que quedaba en el norte, hasta el riachuelo de Egipto, al sur. Un gran número de personas comió, bebió y lo pasó bien junto al SEÑOR nuestro Dios por siete días. Después decidieron quedarse otros siete días más así. En total celebraron durante dos semanas.
Los hombres siguieron su viaje y llegaron hasta Lais. Allí vieron que la gente vivía tranquilamente. El pueblo estaba gobernado por los de Sidón. Todo estaba calmado y en paz. No tenían enemigos que los molestaran y no les faltaba nada. Vivían lejos de los sidonios y no tenían trato con los arameos que pudieran haberlos protegido.
También enviaron figuras de oro con forma de ratones. La cantidad de estos ratones de oro era la misma que todos los pueblos que pertenecían a los cinco gobernantes filisteos. Cada pueblo tenía murallas y aldeas alrededor. La gente de Bet Semes puso el cofre del SEÑOR sobre la piedra, la cual todavía se encuentra en la parcela de Josué de Bet Semes.
Los filisteos preguntaron: —¿Qué tipo de ofrendas debemos enviar para que el Dios de Israel nos perdone? Los sacerdotes y los magos contestaron: —Como hay cinco líderes filisteos y todo el pueblo y sus líderes tuvieron los mismos problemas, hagan cinco figuras de oro que asemejen cinco hemorroides y cinco figuras de oro que asemejen cinco ratones.