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Jueces 20:1 - Biblia Palabra de Dios para Todos

1 Todos los israelitas salieron como un solo hombre, desde Dan, Berseba y Galaad, se reunió la congregación ante el SEÑOR en Mizpa.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Entonces salieron todos los hijos de Israel, y se reunió la congregación como un solo hombre, desde Dan hasta Beerseba y la tierra de Galaad, a Jehová en Mizpa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Entonces todos los israelitas se unieron como un solo hombre, desde Dan en el norte hasta Beerseba en el sur, incluidos los del otro lado del Jordán, en la tierra de Galaad. Toda la comunidad se reunió en asamblea ante la presencia del Señor en Mizpa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Salieron de sus casas todos los israelitas, desde Dan hasta Berseba, y la comunidad se reunió como un solo hombre junto a Yavé en Mispá. Hasta la gente de Galaad se hizo presente.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Entonces todos los hijos de Israel salieron, desde Dan hasta Beerseba y la tierra de Galaad, y la asamblea se congregó como un solo hombre ante YHVH en Mizpa.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Salieron entonces todos los israelitas y la comunidad se reunió como un solo hombre, desde Dan hasta Berseba, y los de la tierra de Galaad, ante Yahveh en Mispá.

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Jueces 20:1
35 Referans Kwoze  

Amasá llegó al corazón de todo el pueblo de Judá, de manera que todos estuvieron de acuerdo como si fueran una misma persona. El pueblo de Judá envió este mensaje al rey: «Vuelve al palacio con tus hombres».


y lo hizo rey de Galaad, de Guesurí, de Jezrel, de Efraín, de Benjamín y de todo Israel.


Así que el rey David le dijo a Joab, comandante del ejército: —Vayan por todas las tribus de Israel y levanten un censo, desde Dan hasta Berseba, para que yo sepa cuántos pueden cumplir el servicio militar.


Voy a quitar el reino de la familia de Saúl y se lo entregaré a David. Lo haré rey de Judá y de Israel, desde Dan hasta Berseba.


»A mi papá David, el SEÑOR le prometió que el hijo que fuera rey después de él construiría un templo en su honor. Así que ahora estoy planeando construir ese templo en honor al SEÑOR mi Dios.


Cuando los oficiales del ejército supieron que Guedalías había sido nombrado gobernador por el rey de Babilonia, fueron a verlo en Mizpa. Ellos eran Ismael hijo de Netanías, Johanán hijo de Carea, Seraías hijo de Tanjumet de Netofa, y Jazanías hijo de Macá.


Entonces David les ordenó a Joab y a los comandantes del ejército: —Vayan y levanten un censo de Israel, desde Berseba hasta Dan, y tráiganme un informe para que yo sepa cuánta gente hay.


así que dieron aviso a todo Israel, desde Berseba hasta Dan, para que vinieran a celebrar la Pascua del SEÑOR, Dios de Israel, en Jerusalén. Nunca un grupo tan grande había celebrado la Pascua como estaba ordenado.


Así que hacia el séptimo mes cuando los israelitas ya estaban establecidos en sus pueblos de origen, todos unidos se reunieron en Jerusalén.


en Jazar Súal, en Berseba y sus alrededores,


Todo el pueblo de Israel se reunió en la plaza frente a la puerta de las Aguas. Le pidieron al maestro Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés que el SEÑOR le había entregado al pueblo de Israel para que lo obedeciera.


Jeremías se fue a donde estaba Guedalías hijo de Ajicán, en Mizpa, y se quedó a vivir con él y con el pueblo que quedaba en el país.


Los descendientes de Rubén y Gad tenían mucho ganado y al ver la tierra de Jazer y la tierra de Galaad, se dieron cuenta que era un buen sitio para la cría del ganado.


Moisés le dio Galaad a los de Maquir hijo de Manasés y ellos vivieron allí.


Luego le repartieron tierra a la tribu de Manasés, hijo mayor de José. A los de Maquir, hombre de guerra, hijo mayor de Manasés y papá de Galaad, se les dieron Galaad y Basán.


Cuando los israelitas se enteraron de eso, todos se reunieron en Siló para hacer la guerra contra ellos.


De tal manera que los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés dejaron a los israelitas en Siló en la tierra de Canaán, para volver a la tierra de Galaad, su propia tierra, que habían ganado de acuerdo al mandato del SEÑOR a través de Moisés.


El SEÑOR reunió en los llanos de Jericó un ejército de 40 000 hombres, listos para la batalla.


Los amonitas se reunieron para ir a la guerra y levantaron su campamento en la región de Galaad. A su vez, los israelitas se reunieron y levantaron su campamento en Mizpa.


Entonces Jefté se fue con los ancianos líderes de Galaad. Jefté se convirtió en el jefe y comandante de Galaad. Ahí en santuario de Mizpa, Jefté repitió ante el SEÑOR todo lo que antes había dicho a los ancianos.


Jefté regresó a su casa en la ciudad de Mizpa. La primera persona que salió a recibirlo fue su única hija. No tenía más descendientes, ni hija ni hijo. Ella salió feliz tocando un tamborcillo y bailando.


La ciudad se llamaba Lais pero los hombres de Dan le cambiaron el nombre por Dan en honor a su antepasado Dan, que era hijo de Israel.


Todos los hombres de Israel se reunieron en la ciudad de Guibeá y estuvieron de acuerdo con lo que tenían que hacer.


Todos se prepararon y se fueron a Betel. Allí le pidieron a Dios que les mostrara cuál tribu de Israel debería atacar primero a la tribu de Benjamín. El SEÑOR les dijo que los de Judá serían los primeros.


Todos los líderes de todas las tribus de Israel llegaron a la reunión. Cada uno tenía su lugar en la reunión del pueblo de Dios. En total había 400 000 soldados con espadas.


Entonces todo el ejército de Israel fue a Betel a llorar y a lamentarse ante el SEÑOR. Ese día la pasaron sin comer nada hasta la noche. Luego hicieron ofrendas y sacrificios para festejar al SEÑOR.


Entonces todos los que estaban allí se levantaron al mismo tiempo y dijeron: —Ninguno de nosotros volverá a su tienda o a su casa.


Luego los israelitas dijeron: «¿Hay alguna tribu de Israel que no haya venido a reunirse con nosotros ante el SEÑOR?» Hicieron esta pregunta porque antes habían hecho una promesa muy importante. La promesa era que matarían al que no se reuniera con las demás tribus ante el SEÑOR en Mizpa.


Samuel convocó a todo el pueblo de Israel para que se reuniera con el SEÑOR en Mizpa.


Entonces todo Israel, desde Dan hasta Berseba, se dio cuenta de que Samuel era un verdadero profeta del SEÑOR.


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