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Jueces 2:14 - Biblia Palabra de Dios para Todos

14 Así que el SEÑOR se enojó contra los israelitas y permitió que sus enemigos los atacaran y saquearan. También permitió que los enemigos de Israel los esclavizaran.

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Biblia Reina Valera 1960

14 Y se encendió contra Israel el furor de Jehová, el cual los entregó en manos de robadores que los despojaron, y los vendió en mano de sus enemigos de alrededor; y no pudieron ya hacer frente a sus enemigos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 lo cual hizo que el Señor ardiera de enojo contra Israel y que los entregara en manos de saqueadores, quienes les robaron sus posesiones. Los vendió a los enemigos que tenían a su alrededor, y ya no podían vencerlos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Los entregó en manos de salteadores que los despojaron, los vendió a sus enemigos de todo el contorno: ya no oponían más resistencia a sus enemigos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Por eso la ira de YHVH se encendió contra Israel, y los entregó en manos de saqueadores que los despojaron, y los entregó en manos de sus enemigos en derredor, de manera que ya no pudieron hacer frente a sus enemigos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 La cólera de Yahveh se encendió contra Israel y los entregó en manos de salteadores, que los saquearon, y los dejó vendidos a sus enemigos de alrededor, sin que pudieran ellos resistir a sus enemigos.

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Jueces 2:14
35 Referans Kwoze  

Una vez más el SEÑOR se enojó con Israel e hizo que David se volviera contra los israelitas ordenándole: «Levanta un censo de Israel y de Judá».


cuando envié jefes para que dirigieran al pueblo de Israel. Te libraré de todos tus enemigos y yo, el SEÑOR, quiero que sepas que te daré descendencia.


Entonces el SEÑOR se enojó con Israel y permitió que Jazael, rey de Siria, y su hijo Ben Adad consiguieran el control de Israel.


El SEÑOR los rechazó a todos. Los hizo pasar muchas dificultades; permitió que les saquearan todo lo que tenían y, finalmente, los arrojó lejos de su presencia.


En aquellos tiempos no hubo paz ni nadie podía viajar con seguridad porque ocurrieron muchos desastres en todas las naciones.


Debido a eso, el SEÑOR su Dios lo entregó al poder del rey de Siria. Los sirios lo derrotaron y se llevaron muchos prisioneros a Damasco. También Dios lo entregó al poder del rey de Israel que le ocasionó una gran derrota.


pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, despreciaron sus mensajes y se burlaron de sus profetas, hasta que finalmente el SEÑOR descargó su ira contra su pueblo y ya no hubo remedio.


»Por eso tú entregaste nuestra gente a los enemigos que los trataron muy mal. Cuando estaban en dificultades, gritaban pidiendo tu ayuda y tú los escuchabas desde el cielo. Gracias a tu gran bondad, tú enviaste salvadores que los rescataran del poder de sus enemigos.


Nos entregaste como ovejas para que nos devoraran. Nos dispersaste por todo el mundo.


Vendiste a tu pueblo muy barato sin luchar por un buen precio.


¿Quién dejó que el pueblo de Jacob fuera despojado y que Israel fuera saqueado? ¿No fue el SEÑOR? El mismo contra quien pecamos, contra quien nos rebelamos, y desobedecimos sus leyes.


Esto dice el SEÑOR: «Ustedes afirman que por caprichoso me divorcié de Jerusalén, la mamá de ustedes. Pero, ¿dónde está el documento que prueba que los divorcié sin motivo alguno? ¿Piensan ustedes que los vendí a ustedes como esclavos porque no los podía mantener? Nada de eso. Yo los vendí a ustedes por pecadores, y, sí, abandoné a su mamá por lo rebeldes que son ustedes.


Aunque ustedes derrotaran a todo el ejército babilonio que los ataca y solo quedaran algunos soldados heridos en el campamento, ellos se levantarían e incendiarían esta ciudad”».


Me pondré en contra de ustedes y sus enemigos los derrotarán. Los gobernarán aquellos que los odian y ustedes vivirán tan asustados que correrán aunque nadie los esté persiguiendo.


entonces yo me opondré a ustedes con ira. Yo mismo los castigaré siete veces por su pecado.


Tropezarán unos con otros como si huyeran de la espada, aun cuando nadie esté persiguiéndolos. No tendrán fuerza para luchar contra sus enemigos,


El SEÑOR se enojó con Israel y los hizo vagar por el desierto durante 40 años, hasta que murió toda esa generación que hizo enojar al SEÑOR.


Ahora resulta que ustedes, pecadores, han tomado el lugar de sus padres para aumentar aun más la ira del SEÑOR contra Israel.


»El SEÑOR te enviará maldición, confusión y obstrucción en todo lo que intentes hacer. Al final serás destruido y desaparecerás rápidamente debido a tus actos perversos en los que olvidas al SEÑOR.


»El SEÑOR permitirá que seas derrotado por tus enemigos. Saldrás en contra de ellos en una dirección, pero huirás de ellos en siete direcciones. Toda la gente en la tierra sentirá temor al ver todo el mal que te suceda.


»Tienes que tener cuidado de obedecer todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro. Respeta el nombre glorioso y temible del SEÑOR tu Dios.


¿Cómo es posible que un hombre persiga a 1000 hombres y cómo es posible que dos hombres persigan a 10 000, a no ser que su Dios los haya vendido, a no ser que el SEÑOR los haya entregado?


Si ustedes violan el pacto con el SEÑOR su Dios, que él les ordenó, y van y sirven a otros dioses y se inclinan ante ellos, entonces el SEÑOR se enojará con ustedes. Pronto no quedará ninguno de ustedes en esta buena tierra que él les ha dado».


El SEÑOR ayudaba a los de Judá y lograron conquistar todas las tierras en las montañas, pero no pudieron expulsar a la gente que vivía en el valle porque allí ellos tenían carros de combate de hierro.


Los amorreos obligaron a los de la tribu de Dan a vivir en la montaña, no los dejaron quedarse en el valle.


Entonces el SEÑOR se enojó con los israelitas y permitió que los filisteos y los amonitas los derrotaran.


Así que el SEÑOR se enfureció contra Israel y dijo: «Este pueblo ha roto el pacto que yo hice con sus antepasados. Ellos no me han hecho caso.


Nuevamente los israelitas hicieron lo que no le agradaba al SEÑOR. Así que el SEÑOR le dio poder a Eglón, rey de Moab para que derrotara a los israelitas por haber hecho ellos lo que no le agradaba al SEÑOR.


Así que el SEÑOR dejó que Jabín, un rey de Canaán, derrotara a Israel. Jabín gobernaba en una ciudad llamada Jazor. Sísara, comandante del ejército del rey, vivía en un pueblo llamado Jaroset Goyim.


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