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Juan 3:8 - Biblia Palabra de Dios para Todos

8 El viento sopla para donde quiere ir. Tú lo escuchas soplar pero no sabes de dónde viene ni para dónde va. Así es con todos los que nacen del Espíritu.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 El viento sopla hacia donde quiere. De la misma manera que oyes el viento pero no sabes de dónde viene ni adónde va, tampoco puedes explicar cómo las personas nacen del Espíritu.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 El espíritu° sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va, así es todo el que ha nacido del Espíritu.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 El viento sopla donde quiere: tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así le sucede a todo el que ha nacido del Espíritu'.

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Juan 3:8
21 Referans Kwoze  

Dios dio la orden y se desató una tormenta, las olas se hicieron cada vez más grandes;


Cambió la tempestad en brisa; calmó las olas.


Levanta las nubes desde los extremos de la tierra, hace que caigan la lluvia y los relámpagos y que el viento sople fuerte.


El viento sopla hacia el sur y luego gira al norte. Sigue dando siempre las mismas vueltas.


Entonces él me dijo: «Profetiza al espíritu: Hijo de hombre, profetiza y dile al espíritu que así dice el Señor DIOS: “Espíritu, ven de los cuatro puntos cardinales y sopla un aliento en estos cuerpos muertos para que vivan”».


Son hijos de Dios, pero no por nacimiento físico; no tiene que ver con ningún acto ni deseo humano. Son hijos suyos porque Dios así lo quiere.


No te sorprendas si te digo: “Ustedes tienen que nacer de nuevo”.


Nicodemo le respondió: —¿Cómo puede ser posible?


De repente, vino del cielo un ruido como de un viento muy fuerte, que llenó toda la casa.


Cuando los creyentes terminaron de orar, el lugar donde estaban reunidos tembló. Fueron llenos todos del Espíritu Santo y siguieron anunciando valientemente el mensaje de Dios.


Todo eso lo hace un solo Espíritu y él decide lo que le da a cada cual.


Nadie puede saber los pensamientos de los demás. El único que sabe los pensamientos de alguien es el espíritu que está dentro de él. Igualmente, nadie sabe los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.


Si ustedes saben que Jesucristo es el justo, sepan también que todo aquel que practica la justicia es hijo de Dios.


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