4 Les dio estas órdenes: «¡Atención! Preparen una emboscada desde atrás de la ciudad. No se alejen mucho de la ciudad y estén listos en sus posiciones.
Como era de noche, el rey se levantó y dijo a sus siervos: —Déjenme decirles lo que los soldados sirios intentan hacer. Saben que estamos pasando hambre, así que han salido del campamento y se han escondido en el campo, pensando: “Cuando los israelitas salgan de la ciudad, los atraparemos y entraremos en la ciudad”.
A pesar de todo, yo creo que la mejor fortaleza que se puede tener es la sabiduría, y aunque esa gente se olvidó de ese sabio pobre y dejaron de escucharlo, yo sigo creyendo que la sabiduría es mejor.
Pero, no les crea. Hay más de 40 hombres escondidos, esperando para matar a Pablo. Ellos han prometido no comer ni beber nada hasta matarlo, y esperan que usted acepte la petición.
Los israelitas que estaban escondidos salieron de sus escondites y se alistaron para combatir en Baal Tamar. Los que estaban escondidos al occidente de Guibeá salieron y atacaron la ciudad.
Ya muy tarde los hombres de Benjamín entendieron que habían sido derrotados. Algunos israelitas esperaban cerca de Guibeá en emboscada, mientras otros se retiraban para darles oportunidad de atacar a la ciudad.
El SEÑOR Todopoderoso dice: “Cuando los israelitas salieron de Egipto, los amalecitas trataron de evitar que fueran a Canaán. Yo vi lo que hicieron los amalecitas.