3 Así, el que mate a alguien sin querer o por accidente podrá huir allí. Esas ciudades serán un refugio para protegerse del pariente que tiene el deber de castigar al homicida.
3 Cualquier persona que mate a otra por accidente y sin intención podrá huir a una de esas ciudades; serán lugares para refugiarse de parientes que busquen venganza por la muerte de un familiar.
3 para que pueda refugiarse en ellas el homicida que haya matado a alguno inadvertidamente y sin querer. Os servirán de asilo contra el vengador de sangre.
La mujer le dijo: —Invoque Su Majestad el nombre del SEÑOR su Dios para que no me molesten más y no deje que castiguen a mi hijo por la muerte de su hermano, que no muera también este otro hijo. David dijo: —Tan cierto como que el SEÑOR vive que no tocarán ni un solo cabello de la cabeza de tu hijo.
«Diles a los israelitas: Si alguien peca involuntariamente y hace algo que está prohibido en los mandamientos del SEÑOR, tendrá que hacer lo siguiente:
En esas ciudades se refugiarán para protegerse del pariente del muerto que tenga el deber de castigar al asesino. Así no se le dará muerte al asesino sin que primero se haya hecho un juicio ante la comunidad.
Hay dos cosas imposibles: que Dios mienta y que no cumpla lo que promete. Esas dos cosas nos dan confianza a los que nos hemos refugiado en él. Nos fortalecen para continuar en la esperanza que Dios nos da.
»Cuando alguien huya a una de esas ciudades debe detenerse a la entrada de la ciudad, y explicar su caso a los ancianos de la ciudad. Entonces ellos le darán entrada en la ciudad y le darán un lugar dónde vivir.