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Joel 2:16 - Biblia Palabra de Dios para Todos

16 Reúnan al pueblo, que se purifique la asamblea. Reúnan a los ancianos; traigan a los niños, incluso a los bebés. Que los recién casados suspendan su luna de miel.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

16 Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 Reúnan a toda la gente: ancianos, niños y aun los bebés. Llamen al novio de su habitación y a la novia de su cuarto de espera.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 Congreguen al pueblo, reúnan a los ancianos y que todos se purifiquen. Traigan también a los pequeños y a los niños de pecho, y que los recién casados dejen su cama.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Congregad al pueblo, Santificad la asamblea, reunid a los ancianos, Reunid a los niños y a los que maman! ¡Salga el novio de su alcoba, y la novia de su tálamo!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 reunid al pueblo, santificad la reunión, congregad a los ancianos, reunid a los jóvenes y hasta a los niños de pecho. Salga el esposo de su alcoba, y la esposa de su tálamo.

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Joel 2:16
21 Referans Kwoze  

Todos los hombres de Judá estaban de pie ante el SEÑOR, junto con sus niños, sus mujeres y sus hijos.


Les dijo: «¡Escúchenme, levitas! Purifíquense ahora y purifiquen el templo del SEÑOR Dios de sus antepasados. Saquen del templo santo todo lo que sea impuro.


Mucha gente no pudo hacer su propio sacrificio porque no se había purificado, así que con el fin de consagrarla al SEÑOR, los levitas tuvieron que sacrificar por ellos los corderos de Pascua.


SEÑOR, Dios de sus antepasados, aunque no esté purificado tal como lo requieren las normas de purificación del templo».


Sacrifiquen los corderos de la Pascua, conságrense y preparen todo para que sus hermanos puedan cumplir lo que el SEÑOR ordenó por medio de Moisés».


Al terminar cada ronda de banquetes, Job les mandaba instrucciones a sus hijos para que se purificaran, y levantándose de madrugada ofrecía un sacrificio que debe quemarse completamente por cada uno de sus hijos, pues Job pensaba que tal vez sus hijos pudieran haber pecado y maldecido a Dios con su pensamiento.


Y como cuando sale un novio de la alcoba nupcial, o como cuando un atleta se dispone a recorrer su camino así sale feliz el sol para hacer su recorrido.


El SEÑOR le dijo a Moisés: —Ve a donde está el pueblo, haz que hoy y mañana sean días santos y diles que laven sus ropas.


Luego les dijo: —Estén listos para pasado mañana y no tengan relaciones sexuales durante estos tres días.


Además, los sacerdotes que se acerquen a mí, el SEÑOR, deben santificarse para que yo, el SEÑOR, no los castigue.


Organicen un día de ayuno; proclamen un día de descanso de los ancianos líderes y de todos los habitantes del país, en el templo del SEÑOR su Dios, y pídanle a gritos al SEÑOR.


Le preguntaron a Jesús: —¿Oyes lo que estos niños están diciendo? Jesús les contestó: —Sí, los oigo. ¿No han leído la Escritura sobre esto? “Tú lo has hecho para que hasta los niños y los bebés canten alabanzas”.


Jesús les contestó: —Cuando hay una boda, los amigos del novio no están tristes mientras él está con ellos, pero llegará el día en que se llevarán al novio y entonces ayunarán.


No se nieguen a entregarse el uno al otro, a menos que se pongan de acuerdo para no tener relaciones sexuales por un tiempo y dedicarse a la oración. Pero después únanse de nuevo para que Satanás no pueda tentarlos en caso de que ustedes no puedan contener el deseo sexual.


Ve y purifica al pueblo. Diles que se purifiquen para mañana porque yo, el SEÑOR Dios de Israel, digo: “Israel: hay entre sus pertenencias cosas que les ordené destruir y en tanto no las quiten de entre ustedes no podrán hacer frente a sus enemigos”.


Josué leyó palabra por palabra, sin omitir nada, todo lo que Moisés había escrito. Todos escucharon, incluso las mujeres, los niños y los inmigrantes que vivían entre ellos.


Samuel contestó: —No pasa nada, solo vengo a ofrecerle un sacrificio al SEÑOR. Purifíquense y vengan conmigo al sacrificio. Samuel purificó a Isaí y a sus hijos y los invitó a reunirse con él para el sacrificio.


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