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Jeremías 50:2 - Biblia Palabra de Dios para Todos

2 «Anuncien este mensaje a las naciones para que todos lo conozcan. Levanten bandera para llamar la atención; no oculten nada, sino digan: “¡Babilonia será conquistada! ¡Bel será humillado! ¡Marduc quedará aterrado! Las imágenes y los ídolos de Babilonia quedarán en ridículo y aterrorizados”.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Anunciad en las naciones, y haced saber; levantad también bandera, publicad, y no encubráis; decid: Tomada es Babilonia, Bel es confundido, deshecho es Merodac; destruidas son sus esculturas, quebrados son sus ídolos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Esto dice el Señor: «Anúncienlo a todo el mundo y no se callen nada. ¡Levanten una bandera de señales para decirles a todos que caerá Babilonia! Sus imágenes e ídolos serán hechos pedazos. Sus dioses Bel y Merodac serán completamente deshonrados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Díganlo entre las naciones para que lo sepan todos; no lo callen, digan: Babilonia ha caído. Babilonia ha sido tomada. Su dios Bel ha sido humillado, Marduk ha sido derribado, avergonzadas están sus imágenes, espantados sus ídolos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡Anunciadlo entre las naciones, pregonadlo! ¡Alzad el estandarte, publicadlo, y no lo encubráis! Decid: ¡Babilonia ha sido conquistada! ¡Bel ha sido avergonzado, Merodac está consternado! Sus imágenes han quedado confundidas, Y sus ídolos, desconcertados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Anunciadlo en las naciones, pregonadlo, levantad una señal, publicadlo, no lo ocultéis. Decid: 'Ha sido tomada Babilonia, Bel está avergonzado, desmayó Marduc, sus estatuas están avergonzadas, sus ídolos aterrados'.

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Jeremías 50:2
34 Referans Kwoze  

Todo el mundo verá lo que Dios es capaz de hacer y se lo contará a los demás. Así todos conocerán lo que Dios es capaz de hacer.


Cuenten entre las naciones acerca de su gloria; cuéntenles a todos los pueblos las maravillas de Dios.


Quedan en ridículo los que adoran ídolos, los que se enorgullecen de ellos. ¡Inclínense ante él todos los dioses!


Ese día ustedes dirán: «Den gracias al SEÑOR, alaben su nombre. Anuncien entre los pueblos sus hechos. Den a conocer que él es grandioso.


En un monte desde donde se pueda ver bien, levanten la señal de combate. ¡Den la orden para que comience el ataque! Levanten la mano para que entren ya a las casas de la gente importante.


Mire, viene un hombre en un carro de combate tirado por un par de caballos». Y volvió a gritar, diciendo: «¡Cayó Babilonia! Todas las imágenes de sus dioses han sido derribadas al suelo».


han tirado sus dioses al fuego, aunque en realidad no eran dioses, sino producto de los seres humanos; eran de madera y piedra, y por eso fueron destruidos.


En esos días, el rey Merodac Baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, había oído que Ezequías estaba enfermo y se había recuperado. Entonces, envió mensajeros con cartas y regalos a


Bel se dobló y Nebo se cayó. Tienen que llevar a los ídolos sobre bestias. Son algo que hay que cargar; carga pesada para un animal cansado.


¡Salgan de Babilonia! ¡Huyan de Caldea! Proclámenlo con gritos de alegría, díganlo, divúlguenlo hasta lo más remoto de la tierra. Digan: «El SEÑOR ha salvado a su siervo Jacob».


Tú has escuchado todo esto, fíjate en ello, ¿no te lo dije? Ahora te voy a decir algo nuevo, algo oculto que tú no conoces.


Llévenles este mensaje a las naciones: «Los dioses falsos no crearon el cielo ni la tierra, y desaparecerán del cielo y de la tierra».


no valen nada, son ridículas; les llegará su hora y serán destruidas.


Naciones todas, escuchen el mensaje del SEÑOR y anúncienlo hasta en los lugares más lejanos. Digan lo siguiente: “Dios dispersó a Israel, pero lo reunirá y lo protegerá como un pastor protege a su rebaño”.


«Que las naciones escuchen lo que le sucede a Jerusalén, desde tierras lejanas vienen enemigos lanzando gritos de guerra contra las ciudades de Judá.


Levanten una bandera para advertir a Sion que el desastre está cerca. Corran a buscar refugio, no pierdan tiempo. Desde el norte voy a traer desastre y gran destrucción.


«Anuncien esto en Egipto, proclámenlo en Migdol, Menfis y Tafnes: “¡A sus puestos! ¡Prepárense! Porque la espada devora a tu alrededor”.


La tierra tiembla por el sonido de su caída; se oirán sus gritos en las otras naciones.


Levanten la bandera de ataque contra los muros de Babilonia, refuercen la guardia. Pongan centinelas, preparen la emboscada. Porque el SEÑOR realizará lo que dijo y planeó contra los habitantes de Babilonia.


»Levanten en el país la bandera de ataque, toquen la trompeta entre las naciones; preparen a las naciones para la guerra contra ella. Convoquen contra ella a las naciones de Ararat, Mini y Asquenaz. Nombren a un general que la dirija, y que avancen los caballos como plaga de langostas.


Corre un mensajero tras otro para avisarle al rey de Babilonia que toda la ciudad ha sido capturada,


Castigaré a Bel en Babilonia, haré que vomite lo que se ha tragado; las caras de los pueblos no brillarán de alegría por él, y los muros de Babilonia caerán.


Se acerca el día en que castigaré a los ídolos de Babilonia. Toda ella será humillada y todos ellos caerán muertos en medio de ella.


«Por tanto, se acerca el día, dice el SEÑOR, en que castigaré a los ídolos de Babilonia, y por todo ese país se oirá el gemido de sus heridos.


Pero Babilonia caerá de repente y quedará hecha pedazos. Lloren por ella. Traigan bálsamo para su dolor, tal vez se cure.


Fue el día 25 del mes doce del año 37 del exilio de Joaquín, rey de Judá, que llegó al poder en Babilonia el rey Evil Merodac. En el primer año de su reinado, sacó a Joaquín de la cárcel.


Por eso, naciones, ¡escuchen esto! y ¡entérense de lo que le va a suceder a este pueblo!


El Señor dejó que Nabucodonosor capturara a Joacim, rey de Judá y que se apoderara de algunos objetos del templo de Dios, los cuales se llevó a Babilonia y los puso en el tesoro del templo de su dios.


Nabucodonosor les dijo: —Sadrac, Mesac y Abednego, ¿es verdad que ustedes no han adorado a los dioses ni se han arrodillado a adorar la estatua de oro que hice construir?


El SEÑOR Todopoderoso los aterrorizará porque destruirá a sus dioses. Entonces cada uno de los habitantes de la costa se inclinará dondequiera que esté para adorarle.


El ángel gritó muy fuerte: «¡Ha sido destruida! ¡La gran ciudad de Babilonia ha sido destruida! Ahora es un lugar para los demonios, un lugar para toda clase de espíritus malignos. Una ciudad llena de aves impuras y de toda clase de animales sucios y abominables.


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